27 de octubre - 2023
Por José Luis Ahuactzin
La víspera del proceso electoral local, el PRI ha dejado entrever que no es tan mal partido político en sus gobiernos como lo hace ver Morena, porque en la mayoría de sus gobernantes fueron y son de ese peligre.
A Morena sigue preocupando el resurgimiento del tricolor y no es casualidad que el golpeteo siga siendo a diestra por los grupos de poder de este partido político que se dijo la cuarta transformación.
Lorena Cuéllar Cisneros, actual gobernadora fue militante del PRI; Marco Antonio Mena, el ex gobernador es del grupo cercano al priismo Beatricista e impulsado por el marianismo; Mariano González Zarur, es priista de cepa; Héctor Ortiz Ortiz, también fue ex priista, pero ungido por el PAN; Alfonso Sánchez Anaya, también de la misma casa tricolor, aunque ungido por el PRD; y de José Antonio Álvarez Lima, Beatriz Paredes Rangel y Tulio Gómez, no sé diga.
Es más, el mismísimo dirigente de Morena en Tlaxcala fue militante del PRI, Carlos Augusto Pérez Hernández; así decenas y decenas que ahora están en las filas del morenismo disfrazado y por conveniencia.
En el PRI, aunque desacreditado por sus yerros del pasado, parece que ya aprendieron la lección y ahora están dispuestos a recuperar los espacios para el 2024, pues a diferencia de los otros partidos políticos, es el único que logró generar entre su militancia una cultura de disciplina política.
En estos grupos que van por la recuperación de los espacios de representación popular, surgió el movimiento Fuerza por Tlaxcala dirigido por Gilberto Silva que se suma al existente de la Red BAL que comanda la diputada Blanca Águila Lima, ambos grupos que son integrados por militantes que en su momento fueron los verdaderos operadores de gobernantes, diputaciones locales y federales, presidencias municipales, senadurías y ahora van por el resurgimiento.
Gracias a los errores de los gobernantes de Morena, este partido político se ha convertido en el más odiado del país, porque no supo cómo gobernar y se mostró como un ‘movimiento’ social; sin rumbo, sin dirección…
Anabel Ávalos, como dirigente estatal, deberá hacer una operación cicatriz entre los grupos internos del PRI, que coloque en espacios a verdaderos cuadros competitivos e incluso, por encima de intereses personales o de grupo, que les garantice un triunfo; de lo contrario habrá desbandada y la historia se contará sola.
Trascendidos
Qué particular será, el que ganó al Tribunal de Conciliación y Arbitraje un juicio competencial y deberá resolver su juicio laboral; de paso, obligó a emplazar a Homero Meneses, para regresar el espacio laboral que se niega a liquidar…
Qué presidenta de partido político será, la que enfrentó una denuncia penal por un presunto delito fiscal, pero que ha sido absuelta y quedó limpia su imagen pública…
Será cierto que una modalidad de transporte de guía de turismo que circula por la capital, lo hace como transporte pirata porque ese servicio no la contempla la Ley…
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