Choferes de Tizayuca exigen a las autoridades protección ante las agresiones y actos de extorsión que viven de grupos de la delincuencia organizada.

Fuente: PROCESO

La quema por parte de un grupo criminal de un autobús a consecuencia de la falta de pago de derecho de piso fue el último acto de amenaza de extorsionadores a transportistas en Tizayuca, quienes esta mañana bloquearon ambos sentidos de la autopista México-Pachuca para exigir a las autoridades protección ante las agresiones y actos extorsivos que viven de grupos de la delincuencia organizada.

Los transportistas ya habían suspendido el servicio tras el ataque del miércoles, después de que dos sujetos bajaran al operador de un autobús de la línea México-Tizayuca y prendieran fuego a la unidad. Esta acción fue en represalia por el incumplimiento a una cuota por operar que data de siete años, denunciaron los conductores.

Cuestionado al respecto, el gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, dijo que están haciendo “todo el despliegue material para inhibir” las amenazas de las organizaciones del crimen organizado, además de asegurar que esta asechanza no está ligada a la célula identificada como “los hijos del diablo”, que en junio pasado amedrentó choferes, a uno lo asesinó, también con intensión de extorsionarlos.

Asimismo, consideró que, como en aquella ocasión que los operadores pararon para pedir seguridad, el Poder Ejecutivo podría suplir el servicio de transporte.

El mandatario aseguró que en su administración, que inició en septiembre de 2022, no habían recibido denuncias de parte de los transportistas por extorsión; no obstante, reconoció que esta práctica, en Tizayuca, data al menos de hace siete años, y que fue ante el incumplimiento reciento del pago de cuotas al crimen, que éste reaccionó con el incendio de la unidad, que fue el último acto después de una serie de amenazas.

Durante el cierre de la autopista con camiones, los manifestantes muestras pancartas en las que piden a los gobiernos apoyo para enfrentar las extorsiones de las que son víctimas. “¿Abrazos no balazos? No más delincuencia”, es una de las leyendas que se exhiben en las mantas.

Los accesos bloqueados se encuentran a la altura de la entrada al Arco Norte, frente a la comunidad de Huitzila, en ambas direcciones.

Por la situación que enfrentan, los transportistas han planteado la creación de autodefensas, con el objetivo de hacer frente al crimen organizado.