LA TENTACIÓN
17 de agosto - 2021

Por Edgardo Cabrera

A dos semanas del cambio de estafeta en el Ejecutivo y Legislativo, las tentaciones son grandes, sobre todo la de tener el dominio pleno de los poderes.

El viernes de manera intempestiva cuatro de siete magistrados del Tribunal Superior de Justicia propinaron un golpe de estado, por así llamarlo, removieron a Fernando Bernal Salazar de la presidencia y en su lugar colocaron a Héctor Maldonado Bonilla.

La pugna no es nueva, en circunstancias similares fue despojado del trono en su momento el propio Maldonado para imponer al entonces magistrado Mario Jiménez, a quien meses después también sus propios compañeros le negarían la posibilidad de mantenerse un periodo completo al frente del poder Judicial. 

Y mientras el presidente López Obrador se asombra, cuestiona, crítica y señala pugnas similares en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en la propia Suprema Corte de Justicia de la Nación, en Tlaxcala parece que ni él, ni nadie se inmuta por la pugna del poder y de la injerencia de actores externos para trastocar la soberanía del TSJE, y con ello perjudicar a los justiciables.

Al igual que con Héctor Maldonado, detrás de la remoción de Fernando Bernal no hay nada concreto, ni pruebas, ni denuncias, ni nada, solamente el señalamiento de supuestas anomalías financieras, o de que no le pidiera permiso al Pleno para comparecen ante el Congreso semanas atrás. 

En realidad, es un tema político, nos cuentan que al menos una semana atrás los cuatro golpistas fueron vistos entrando al fracccionamiento Santa Elena, en Panotla, donde despacha la residente con más poder del estado, lo cierto es que días después el morenista Bernal, cuyo grupo político es el del senador Álvarez Lima y el difunto Joel Molina, fue removido de la presidencia.

Pareciera claro que Héctor Maldonado Bonilla, Mary Cruz Cortés Ornelas, Marisol Barba, y Ernestina Carro son el bloque lorenista en el TSJE; Pedro Sánchez Ortega, Felipe Nava Lemus y el propio Bernal Salazar serán el contrapeso que seguramente cambiará el próximo año en función de los juegos del poder interno y externo.

FORMADITOS 

Mientras el golpe se daba en el poder judicial, el siguiente movimiento se alistaba con el legislativo, donde los electos fueron convocados el domingo a un desayuno de acercamiento con la gobernadora electa teniendo como sede el restaurante de la presidenta del Patronato de Feria.

Los 25 llegaron, el bloque oficial totalmente complaciente, como debe ser. En tanto que la oposición discreta, coqueta en algunos casos, pero en general todo fue cordialidad y buenos deseos.

Al menos en el discurso, el compromiso de ambas partes fue de trabajar en conjunto y “ser respetuosos del trabajo y experiencia”, seguro que sí, porque nadie salió a decir lo contario, aunque del dicho al trecho… ya veremos. 

Tan bien estuvieron que no hubo mayor objeción por desfilar en caravana para tomarse la foto del recuerdo al pie de la Conjunto Conventual Franciscano y Catedralicio de Nuestra Señora de la Asunción, recientemente reconocido por la UNESCO como patrimonio cultural de la humanidad.

En menos de dos semanas veremos qué tan cierto es ese respeto mutuo, máxime cuando al interior los operadores lorenistas encabezados por el cuasi coordinador parlamentario Terán, y el diputado 26, Gelacio, andan repartiendo comisiones, direcciones y las principales posiciones de poder excluyendo no solo a la chiquillada opositora, sino a las propias mujeres.