Torpe
4 de mayo - 2015

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Torpe fue la defensa que hizo Carreón de los abusivos diputados panistas que basificaron a sus familiares. Y a colación de las impericias del líder azul, se equivocó al presumir el fallo del TEPJF que dejó a Claudia a un paso de quedar fuera de la Cámara. Nos cuentan que algunos trabajadores del Congreso fueron “comisionados” a campañas

Por Edgardo Cabrera

Torpe fue la defensa que hizo Carlos Carreón de los abusivos diputados panistas que basificaron a sus familiares, en particular del coordinador parlamentario Julio César Álvarez y Lourdes Huerta Bretón, aunque en la lista de los gandallas también aparecen Roberto Zamora y Humberto Macías.

Cuestionado por la prensa, el dirigente albiazul de manera chabacana dijo que “no meterá las manos” por los legisladores, ¡hágame el favor!

Pues no se supone que de acuerdo con los estatutos del PAN el presidente del CDE es el mandamás de los diputados locales, tan es así que tiene la facultad casi divina de nombrar al coordinador.

Por tanto, Carreón no puede lavarse las manos por la conducta de sus legisladores, por el contrario, desde que se conoció del nepotismo cometido por al menos 2 de los panistas debió actuar en consecuencia, ¿cómo?, para empezar destituyendo al coordinador parlamentario quien metió a la nómina del Congreso a su tío y no conforme con ello lo sindicalizó en un oscuro proceso.

Al resto, y en congruencia a sus reiteradas posturas críticas contra sus rivales, debió obligarlos a dar marcha atrás con el agandalle, someterlos a un proceso de sanción en su partido y además –ahora sí- no meter las manos ante un proceso sancionador basado en la ley de responsabilidad de los servidores públicos.

El dirigente evidencia su pequeñez de autoridad y liderazgo frente a sus correligionarios, gusta de la doble moral y eso tarde que temprano se lo van a cobrar aquellos que lo apoyaron en su momento con la “esperanza” de dejar atrás años de dirigencias partidistas caracterizadas por los abusos y los excesos.

Marcada división

A colación de las torpezas, Carlos Carreón se equivocó al convocar a una rueda de prensa –después de esconder por días la cabeza tras el balconeo de los abusos de sus diputados- para presumir el fallo del TEPJF que dejó a Claudia Pérez en el lugar 12 de la lista de pluris y prácticamente fuera de alcanzar una curul.

La juez con licencia perdió la impugnación que promovió con la que buscaba escalar al lugar 5 desplazando a Juan Corral, argumentando que ella fue quien ganó el proceso interno al sumar el mayor número de votos. Sin embargo ese argumento no valió de acuerdo con el análisis de los magistrados basado en las reglas del proceso interno de Acción Nacional.

Dado que el fallo fue claro al darle la razón al PAN en el sentido de tener la facultad de acomodar a su antojo la lista de candidatos a una diputación por la vía de la representación proporcional, la “explicación” del resolutivo por parte del dirigente fue por demás, nadie le creyó que tras la determinación lo que priva en su partido es la “unidad”.

Comisionados

Nos cuentan que algunos trabajadores de confianza y recién basificados del Congreso fueron “comisionados” a tareas ajenas a la legislatura.

Se ignora a ciencia cierta cuántos son, dada la opacidad que priva en el Comité de Administración, pero de buena fuente se sabe que los diputados con licencia que compiten en las elecciones federales se llevaron a sus allegados a hacer campaña.

Aunque están en su derecho de jalar con esos que les son leales a su causa, lo que no resulta legal es que sigan cobrando en la nómina del Congreso y, lo peor, que sean solapados por sus homólogos.

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