Ya pasó un mes
27 de octubre - 2014

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Pbro. Ranulfo Rojas Bretón

Sigue el drama de los normalistas desaparecidos en Iguala, sigue desaparecido y amparado el ex presidente Abarca así como su esposa, según refieren, la auténtica “jefa” de Iguala por los vínculos con el crimen organizado. Desaparecido también está el ex jefe de la policía.

Ahora se sabe por “fuentes ligadas al crimen organizado” que los autores intelectuales de la desaparición fue el presidente de Iguala y su esposa, según, para que no le echaran a perder el segundo informe que daría ese mismo día. Se dice que la policía entregó a los normalistas al grupo delictivo “guerreros unidos”, según, diciéndoles que se trataban de integrantes de la banda delictiva enemiga de los “guerreros unidos” llamados “los rojos”.

Hay figuras que han aparecido como el Padre Solalinde que afirma que según, algunos testigos le informaron que los normalistas fueron ejecutados y quemados. Que algunos se escaparon y se fueron rumbo a la sierra.

Durante estos días, lo que se sabe es “según” sin que haya nada que se asegure verdadero. Los rumores, los díceres de la gente, lo que se dice que confesaron detenidos, es lo único que se ha convertido en información “oficial” que muchos creen dudosa.

El Presidente Peña ha aparecido pidiendo a la gente que “crea que de verdad los está buscando, que mañana, tarden, noche y día está al frente de las indagatorias y que no parará hasta encontrarlos, que la prioridad de su gobierno es encontrar a los normalistas, -ojalá con vida- y castigar a los culpables de este hecho lamentable, que indigna al presidente y a los mexicanos”.

El Secretario Chong se ha hecho eco del mensaje de su patrón el presidente y afirma que la prioridad de todos los organismos presentes en Guerrero es encontrar a los normalistas.

Ya cayó el gobernador Ángel Aguirre, él mismo que hizo todo lo posible por mantenerse en el poder, intentando expresar su solidaridad pero su discurso ya no era creíble y seguramente por presiones manifestó su decisión de solicitar licencia al cargo. Curiosamente, su hijo que es diputado no aceptó la solicitud a pesar de que los demás diputados lo hicieron de inmediato en sesión convocada la madrugada del sábado. Ahora “la papita caliente” la tendrá el gobernador sustituto, Rogelio Ortega Martínez, se desempeñaba como secretario general de la Universidad Autónoma de Guerrero.

Lo cierto es que ya ha pasado un mes y nada que nos diga que hay indicios de solución al entuerto que vivimos. ¿De verdad será tan complicado encontrar al presidente, a su esposa y al secretario de seguridad? ¿Saber qué pasó y dónde se encuentran 43 jóvenes que fueron desaparecidos en un operativo que seguramente involucró a mucha gente de verdad es imposible para el gobierno? ¿Nadie habrá visto nada? ¿Nadie sabe nada ni da indicios de nada?  Todo el aparato del gobierno, el ejército, la policía federal, el CISEN, toda la estructura mediante la cual el gobierno se entera de lo que pasa en el país entero y en cada rincón, está quedando exhibida en el caso Ayotzinapa.

Mientras tanto, la conciencia que se ha generado en todo el país y en varios lugares del extranjero y que se ha mostrado en manifestaciones tanto pacíficas como violentas está llenando los medios de comunicación pues por más que no quisieran publicar nada, los efectos están siendo tan fuertes que no pueden quedarse indiferentes a lo que está pasando.

La imagen de México ante el mundo está muy deteriorada porque el caso Ayotzinapa se ha convertido en tema de conversación y diálogo en muchos países que esperan ver la manera en que el gobierno de Peña Nieto resuelve el caso.

Los escenarios son complicados. Si aparecen con vida –algo que deseamos de corazón- tendrán que venir las explicaciones y se descubrirán los vínculos, las complicidades y habrá muchas cabezas descubiertas.

Si aparecen muertos, generará indignación y seguro se incrementarán las manifestaciones que difícilmente serán pacíficas y habrá una convulsión social que no se sabría cómo terminaría o cómo se podría parar.

Si no aparecen y simplemente se declara la imposibilidad de dar con ellos y se cierra el caso, quedará la permanente mancha de la incapacidad del gobierno y sus aparatos de esclarecer esta situación.

Sea cual sea el desenlace, el caso Ayotzinapa se convertirá en tumba política de mucha gente, ya lo es del gobernador con licencia, del ex presidente y su esposa, que por cierto estaba con la idea de lanzar su candidatura a la presidencia de Iguala, y habrá que esperar quién más sale raspado. Obviamente el Presidente Peña también se juega mucho en este caso. Por más que hable de la solidaridad y el dolor compartido con los familiares y de que se suma a lo que están sintiendo, cada día que pasa y que no hay respuestas, su gobierno se exhibe. Así que si quiere rescatar algo en este caso, tendrá que esclarecerlo a la voz de ya y deberá castigar a los culpables según su participación.

Mientras tanto, seguiremos contemplando la indignación social y las muestras de apoyo, pero lamentablemente también veremos los saqueos  de comercios, toma de presidencias y casetas que provocan miedo y preocupación a toda la población.

Ayotzinapa se ha convertido en la piedra en el zapato para el gobierno  no solo de Guerrero, también para el DF y para los Estados en los que las manifestaciones se están realizando. Grupos de estudiantes de distintos colegios, universidades e institutos se han ido sumando. La misma sociedad civil ya ha tenido participación. Las redes sociales están sirviendo como medio de comunicación y coordinación del movimiento. Se necesita resolverlo ya o la bola de nieve seguirá creciendo.

El grito de “vivos se los llevaron, vivos los queremos” seguirá siendo el grito de batalla pero también de esperanza. Los familiares siguen a la espera de buenas noticias, mientras que las tumbas descubiertas con gente ejecutada será otro pendiente más para el gobierno.