Exhibe archivo histórico documentos sobre el alumbrado público del siglo XIX en Tlaxcala
18 de julio - 2014

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El Gobierno del Estado fortalece la actividad cultural y la difusión de hechos que incidieron en el desarrollo de la sociedad

Tlaxcala| Redacción.- El Archivo Histórico del Estado de Tlaxcala (Ahet), a través del programa de difusión cultural “Vitrina del Mes”, exhibe los documentos “El Alumbrado Público en la Ciudad de Tlaxcala a Mediados del Siglo XIX: Faroles, Manteca y Aceite”, con la finalidad de contribuir a que la sociedad conozca los sucesos que marcaron el desarrollo de la entidad.

En lo que resta de julio, el público en general puede acudir a las instalaciones del Museo de la Memoria, ubicadas en Avenida Independencia número tres, en la capital del Estado, para conocer de manera gratuita estos documentos históricos que resguarda el Gobierno del Estado.

El horario de atención en el que se puede visitar esta exposición es de lunes a domingo de 10:00 a 17:00 horas.

Con esta estrategia el Gobierno del Estado busca reconstruir el tejido social, a través de acciones que fortalecen la actividad cultural en la entidad y la difusión de hechos históricos.

Los textos que presenta el Ahet refieren que a mediados del siglo XIX las actividades de la población de la ciudad de Tlaxcala estuvieron sujetas a la luz del día, por lo que la llegada del alumbrado público representó un avance importante para las ciudades.

Ante esta situación las autoridades municipales de Tlaxcala instalaron algunos faroles alimentados con manteca y aceite de nabo, en los principales puntos de la capital, como la Casa Consistoriales, el Palacio Municipal, Los Portales y la Plaza principal.

Los documentos refieren que para el año 1848 había un total de 44 faroles con estas características en la ciudad, los cuales eran reparados por un encargado que anualmente nombraba el Ayuntamiento, además existía una comisión que se encargaba de vigilar el abasto de manteca y aceite para que funcionaran los faroles en las noches.

La comuna destinaba en promedio entre 33 y 46 pesos cada mes para la compra del hilo para las mechas, el aceite, la manteca y las velas.

Este rudimentario sistema de alumbrado mejoró progresivamente con el uso de la trementina que abarató costos, favoreció el incremento del número de faroles y la duración de la iluminación durante la madrugada.

Ya para fines del siglo XIX inició la electrificación en algunas ciudades, con lo que se mejoró la calidad de vida de sus habitantes.

Mediante esta exposición, el Gobierno del Estado propicia que las nuevas generaciones conozcan el proceso de crecimiento y desarrollo de Tlaxcala.