Análisis de México Evalúa, con datos oficiales, advierte que la disminución de algunos delitos en Tlaxcala no implica una mejora estructural en seguridad

Por Stephany Rodríguez

La violencia criminal en las capitales de México continúa mostrando comportamientos desiguales y persistentes, de acuerdo con el análisis “La otra vía: políticas municipales de seguridad pública”, elaborado por México Evalúa, con base en cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) y del Consejo Nacional de Población (Conapo), que evalúa el cambio porcentual de delitos de alto impacto por cada 100 mil habitantes entre 2021 y 2024.

En el caso específico de Tlaxcala capital, el estudio identifica una reducción cercana al 70 por ciento en el delito de homicidio, colocándola entre las capitales con mayores disminuciones en este indicador. No obstante, el propio análisis advierte que este comportamiento no representa una condición de seguridad consolidada, ya que la violencia a nivel local no se limita a un solo delito ni desaparece, sino que se transforma y persiste bajo otras modalidades.

Los datos muestran que Tlaxcala se mantiene en un escenario de vulnerabilidad, donde la contención de homicidios no elimina la presencia de otros delitos de alto impacto, como la extorsión y la violencia contra las mujeres, fenómenos que continúan afectando a municipios capitales del país, independientemente de las variaciones estadísticas.

México Evalúa subraya que las reducciones porcentuales pueden estar influenciadas por factores como subregistro, reconfiguración del delito o dinámicas temporales, por lo que no deben interpretarse como avances estructurales. En este contexto, Tlaxcala no se encuentra exenta de los riesgos que enfrenta el resto del país, especialmente ante la limitada capacidad institucional a nivel municipal.

El análisis concluye que, más allá de la militarización de la seguridad pública, la persistencia de la violencia en capitales como Tlaxcala refleja la necesidad de estrategias locales integrales, fortalecimiento policial y políticas preventivas sostenidas, ya que los datos evidencian que la disminución de un delito no garantiza una mejora generalizada en las condiciones de seguridad para la población.