10 de diciembre - 2025

Cortesía Fabián Robles/Faronoticias
Más de una treintena de organizaciones de la sociedad civil acusaron que el gobierno morenista de Lorena Cuéllar Cisneros “ha profundizado la devastación socioambiental que padece el territorio tlaxcalteca”, por lo que le exigieron cancelar sus megaproyectos, entre los que se encuentran el de la Ciudad de la Juventud y el del Libramiento de Calpulalpan.
Al fijar un posicionamiento a propósito del Día internacional de los Derechos Humanos que se conmemora hoy, organizaciones y colectivos denunciaron que la actual administración estatal es responsable de graves efectos entre la población por sus “políticas de industrialización, urbanización desordenada y turismo depredador”.
También reprocharon a la expriista la imposición de proyectos como las ciudades Administrativa, de la Juventud, de la Cultura y el Entretenimiento, así como el Libramiento de Calpulalpan porque violan lo establecido en el Acuerdo de Escazú, ya que no se han instrumentado mecanismos de participación ciudadana ni procesos de autorización ambiental para la toma de decisiones, revisiones, reexaminaciones o actualizaciones de los proyectos y sus actividades, “provocando así impactos graves sobre el ambiente, afectaciones a la salud y el desconocimiento del rol de las personas activistas ambientales y defensoras de derechos humanos”.
Advirtieron que “los proyectos, caracterizados como ciudades, son una franca imposición aspiracionista de estilos de vida que chocan con la ruralidad y bioculturalidad de nuestros pueblos y comunidades, los pilares del tejido social y la conservación de ecosistemas diversos”.
Encabezadas por el Centro Fray Juián Garcés, organizaciones y colectivos, demandaron a Lorena Cuellar “reconocer la existencia de las múltiples problemáticas que vivimos en el estado; frenar la política económica basada en el crecimiento industrial, empresarial y el despojo, para poner como centro el cuidado los principios Pro Persona y Pro Natura”.
También le exigieron detener la instalación de más empresas e industrias; aplicar el modelo “Basura Cero” en lugar de la creación del parque de economía circular; implementar una política de cuidado integral de la Matlalcuéyetl; rechazar megaproyectos y frenar la tala inmoderada y clandestina que vulneran la salud de los bosques y que reduce la masa forestal ya disminuida por la presencia del gusano descortezador.
En su posicionamiento incluyeron la necesidad de cancelar el proyecto de la Ciudad de la Juventud, y que el presupuesto planeado sirva para la adecuada restauración, conservación y preservación de ese espacio como área natural de convivencia humanidad-ambiente ambiocéntrica.
Además, se pronunciaron por cancelar el Libramiento de Calpulalpan, ya que afectará a las comunidades y a la digna actividad de comerciantes locales y regionales que también amenaza la vida natural, la captación y flujo de agua de lluvia por donde se pretende imponer. “Por el contrario, exigimos la ampliación de los 12 kilómetros faltantes de la carretera federal Calpulalpan-Sanctórum.
ATOYAC
En su posicionamiento, las organizaciones de la sociedad civil reprocharon la falta de un proyecto que atienda las causas de la presencia de tóxicos y sus impactos en la salud de la población de la Cuenca del Alto Atoyac (CAA).
Muestra de ello es que, durante este año, el gobierno estatal y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) anunciaron la realización de diversas acciones para el saneamiento de los ríos Atoyac y Zahuapan “que se limitan a recolectar basura en la ribera de los ríos, plantar árboles y construir plantas de tratamiento de aguas residuales municipales, acciones indiscutiblemente insuficientes”.
Se pronunciaron a favor de programas como el de Basura Cero para evitar que los desechos sean arrojados a las riberas de ríos, barrancas o terrenos baldíos.
Cuestionaron que las plantas de tratamiento propuestas por las autoridades “no tienen la capacidad de tratar las más de 100 sustancias tóxicas industriales que se han encontrado en los ríos, además de que éstas se encuentran no sólo en el agua, sino también en los suelos y el aire afectando gravemente la salud de quienes habitamos en la Cuenca del Alto Atoyac”.
En otro punto, consideraron que la atracción de inversiones en diferentes corredores y ciudades industriales y proyectos como el Polo de Desarrollo Económico para el Bienestar en el municipio de Huamantla impactará aún más en la calidad de vida de la cuenca referida, reconocida desde el sexenio pasado como una Región de Emergencia Sanitaria y Ambiental.
“Estos proyectos economicistas tendrán como consecuencia el aumento en las tasas de incidencia, prevalencia y mortalidad de enfermedades como cáncer y daño renal crónico, y otras enfermedades que en nuestro estado presentan números mucho mayores al promedio nacional”, advirtieron.
