24 de noviembre - 2025

El secretario expone progresos en infraestructura y captación de capital, pero reconoce riesgos estructurales para el empleo y la cadena productiva.
Por Stephany Rodríguez
Las declaraciones del secretario de Desarrollo Económico, Javier Marroquín Calderón, revelan un panorama mixto para Tlaxcala: mientras existen indicadores positivos en inversión y obras de infraestructura, persisten desafíos estructurales en materia laboral, formalidad y estabilidad productiva.
Durante una entrevista colectiva, el funcionario expuso que el estado ha mantenido diálogo con cámaras empresariales y la industria automotriz para evitar que las recientes tensiones en el sector del autotransporte deriven en un paro definitivo. Aunque aseguró que se buscan acuerdos para reducir afectaciones, la información presentada deja en evidencia la vulnerabilidad de la cadena productiva ante decisiones externas y la necesidad de una estrategia más sólida de prevención.
En cuanto a infraestructura, Marroquín destacó que los trabajos carreteros registran un avance del 3% por encima del calendario, lo cual permitiría cumplir con la inauguración prevista para el 28 de febrero. Sin embargo, la premura por respetar tiempos marcados por supervisores externos plantea interrogantes sobre la calidad, sostenibilidad y supervisión integral del proyecto, especialmente considerando el uso intensivo de estas vías por parte del sector industrial.
El secretario también señaló que Tlaxcala acumula más de 540 millones de dólares en inversión, cifra que supera la estimación inicial anunciada por el Ejecutivo estatal. Aunque el dato refleja dinamismo económico, la información expuesta carece de precisión respecto a la distribución sectorial, el impacto regional y los compromisos laborales vinculados a estas inversiones. Además, Marroquín indicó que los empleos derivados de estos proyectos se generarían progresivamente hasta 2028, lo cual muestra que los beneficios no serán inmediatos para la población.
Otro punto crítico fue la formalidad laboral, que según el titular ha tenido variaciones a pesar de haber alcanzado un 62.3%. El propio funcionario reconoció que se requieren nuevas estrategias para enfrentar las fluctuaciones provocadas por factores socioeconómicos y políticos. No obstante, no detalló medidas concretas que permitan revertir el estancamiento y fortalecer la estabilidad del mercado laboral.
Marroquín también hizo referencia a la automatización y al posible impacto de la inteligencia artificial en la pérdida de empleos hacia 2030, citando estimaciones internacionales. Aunque este señalamiento evidencia una preocupación legítima, tampoco se presentaron acciones específicas para preparar al estado ante estos cambios tecnológicos, como programas de reconversión laboral, capacitación o incentivos a industrias con mayor resiliencia.
Finalmente, el secretario sostuvo que el Buen Fin fue “altamente productivo”, respaldado por reportes de cámaras empresariales. No obstante, estos resultados deben contrastarse con indicadores formales para determinar si el crecimiento fue sostenido o simplemente un repunte temporal.
Las declaraciones del titular de Desarrollo Económico permiten identificar avances importantes, pero también subrayan la necesidad de políticas más claras, verificables y de largo plazo que permitan enfrentar los retos laborales, tecnológicos y de competitividad que el propio funcionario reconoce.
