Hay que ser más rebeldes, nos quitan los sueños: Generación Z
15 de noviembre - 2025

Fuente PROCESO

La Gen Z toma las calles: La irrupción política de jóvenes, entre la desigualdad y la cooptación

Este 15 de noviembre se realizará la “Marcha de la Generación Z”, una convocatoria dirigida a las personas más jóvenes del país en distintas ciudades, nativos digitales que crecieron en medio de la guerra contra el narcotráfico, episodios como Ayotzinapa y una pandemia. El llamado ha generado revuelo por el respaldo de figuras políticas de oposición y grupos conservadores, lo que incluso provocó que un sector de la juventud marchara el pasado fin de semana para manifestar su rechazo a la protesta de este sábado.

Estas movilizaciones se inspiran, en cierta medida, en la ola de protestas que en el último año ha sacudido países de Asia, África y América Latina contra la corrupción, el nepotismo y la desigualdad económica. Se trata de un fenómeno marcado por la organización descentralizada y el uso intensivo de internet.

¿Por qué protestan los jóvenes?

“Nos toca ser más revolucionarios porque nos están quitando los sueños”, comenta en entrevista Amanda Romano, joven de 22 años y estudiante de ciencias políticas que usa sus redes sociales para analizar e informar sobre la política nacional. Explica que las protestas globales surgen por problemas comunes a su generación, como un mercado laboral cada vez más precarizado.

Luna, de 28 años e integrante del Frente Nacional por las 40 Horas, coincide con esta lectura: “Me pregunto por qué nos dicen que somos el futuro como juventud, si no tenemos ni la garantía de gozar de una vivienda digna y asequible”, asevera.

Romano subraya factores como la desigualdady la hiperconectividad: “vimos en una realidad precaria, usas tu teléfono y ves una vida totalmente diferente a cuatro calles de ti. Esta disparidad, tan marcada, ahora es más visible gracias a las redes sociales”, señala.

Por ejemplo, las protestas en Nepal estallaron luego del intento del gobierno de bloquear redes sociales, lo que provocó la renuncia del primer ministro Sharma Oli. En Perú ocurrió algo similar, pues las manifestaciones iniciaron tras la reforma al sistema de pensiones, otro tema central para la juventud. El descontento social terminó por ocasionar la destitución de la presidenta Dina Boluarte.

Cuestionan legitimidad de la marcha

La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha desestimado la marcha del 15 de noviembre al afirmar que “no tiene nada que ver con una manifestación legítima, sino más bien promovida por la derecha” con el fin de “ver si de casualidad los jóvenes se enganchan”. El coordinador de “Infodemia”, Miguel Ángel Elorza Vázquez, incluso acusó un financiamiento millonario de grupos conservadores.

Figuras como el expresidente Vicente Fox han respaldado la movilización, mientras que Carlos Gutiérrez Mancilla, diputado del PRI, ofreció hace unos días un discurso en la cámara baja frente a la bandera pirata de la serie de animación japonesa “One Piece”, un estandarte recurrente en las protestas globales de la generación Z.

“A estos partidos no les interesa en lo absoluto ninguna causa, sino posicionarse mediáticamente y tratar de fingir”, sostiene Amanda Romano, quien cuenta que ella formó parte del servidor de la plataforma Discord donde se originó la idea de la marcha. Señala que el movimiento surgiólegítimamente hecho por jóvenes.

Sin embargo, mientras se definía el enfoque de la movilización, se unieron personas de ideologías ajenas: “había neonazis, incels, hasta gente de ‘la chokiza’, un grupo criminal del Estado de México”, asegura Amanda. De acuerdo con la joven, el origen de la manifestación tenía una intención violenta, sumado a la falta de un propósito principal y la infiltración de otros frentes, el movimiento se terminó por fracturar y derivó en la “contramarcha” del pasado 8 de noviembre, que se movilizó bajo consignas contra “la violencia del capital, el narco, el Estado”.

Más allá de las posturas ideológicas, un joven periodista independiente decidió investigar por su cuenta el origen de la campaña en redes sociales que promueve la marcha. En entrevista, “Ayax”, quien solicitó no publicar su nombre completo, narra que se sintió intrigado por el excesivo uso de inteligencia artificial en los videos que convocan a la movilización.

El joven accedió al servidor de Discord donde se llevaba a cabo la organización de la marcha y ahí encontró uno de sus manifiestos. Al revisar la metadata del archivo, es decir, información del documento como su fecha de creación y autor, encontró que este había sido creado por una empresa llamada “Monetiq Agencia”, una compañía dedicada a la creación de contenido digital en Zapopan, Jalisco, cuya dirección coincidía con la del hogar del exdiputado priista José Alfredo Femat Flores.

Estos vínculos con la política tradicionalinfluyeron en la decisión de Ayax y Amanda de no marchar este 15 de noviembre. “No es revolucionario marchar con tus opresores”, sentencian. El joven además teme por la seguridad de los asistentes ante posibles actos de violencia.

Pese a este panorama, un sector de la juventud ha dejado clara su intención de movilizarse este sábado, como Vicente Reyes, un joven de 24 años que considera que “más allá del choque entre izquierda o derecha”, él marchará siendo apartidista. “Tengo edad suficiente para informarme y manifestarme en contra de lo que no me parece del gobierno y me competen problemas como el desabasto de medicamentos”. Vicente añade que “espera que sea una marcha pacífica, pero no le sorprendería ver algún disturbio”.

El debate en torno a la “Marcha de la Generación Z” avanza entre sospechas, aspiraciones y desencantos. Amanda Romano cree que las personas más jóvenes tienen la capacidad de articular una protesta mayor, pero advierte que hay diferencias de pensamiento diversas que pueden dificultar la conciliación de intereses comunes.