6 de noviembre - 2025

Por Edgardo Cabrera
De los creadores del Autotrén “mediometro”, los jardínes del Zahuapan, las Casas Tlaxcala en EU, el Instituto para Robarle más al Pueblo, el Libramiento de Cuota de Calpulalpan y recientemente el complejo de fiscalías que no funciona, la Cápsula del Tiempo y la Ciudad de la Juventud, ahora nos presentan: los basureros del bienestar, o la “Ciudad de la Basura”, ya ven que a todas las obras, por pequeñas e inútiles que parezcan, las elevan a rango de metrópoli.
Resulta que por medio de un comunicado de prensa nos enteramos que finalmente serán clausurados dos rellenos sanitarios, el de Huamantla, y el más grande del estado, el ubicado en Panotla, recordemos que desde junio pasado la Profepa ordenó su cierre luego de 30 años de vida, pero será noviembre cuando finalmente concluyan el proceso.
El asunto es que es la fecha que el gobierno estatal no ha informado dónde o cómo serán procesados los desechos que producen los habitantes de los 60 municipios, se ignora de la existencia de un nuevo relleno sanitario, con predios avalados por las normas federales y, desde luego, con su aval y permisos correspondientes.
Lo único que atinaron a decir, al anunciar las clausuras, es que “Tlaxcala migrará a un nuevo modelo de gestión de residuos enfocado en la economía circular, bajo el proyecto presidencial de los Polos de Desarrollo de Economía Circular”, y eso ¿qué diantres es?, de casualidad se tratará de la empresa morelense con la que quieren que los ayuntamientos les concesionen el servicio.
El basurero del bienestar es un jugoso negocio que garantizaría el fondo de retiro y jubilación de la legión extranjera de funcionarios que se agandallaron el sector medioambiental y la política interior, meses atrás, pretendieron que alcaldesas y alcaldes firmaran su aval para una iniciativa que se mantiene viva en el Congreso local.
Por lo pronto, la Triste Historia pretende venderlo como “un proceso inédito en la entidad y el país que coloca al estado como pionero en la implementación de un modelo sustentable para el manejo y aprovechamiento de desechos, con beneficios ambientales, económicos y sociales”, ¡ajá!, que se los crea su clientela política.
SIN EMPLEO
A colación, tras el anuncio de la clausura, aseguraron que las personas dedicadas a la pepena no perderán su fuente de ingresos, les darán “oportunidades de empleo”, no dicen cuáles; su tarjeta de bienestar para tu salud (en el sistema público que conocemos sin medicamentos, especialistas e insumos); y puestos laborales en empresas de la entidad (suponemos que la del basurero morelense del bienestar).
También dijeron que tras la clausura de Panotla y Huamantla, darán servicio “a todos los municipios” en los rellenos de Tetla y Nanacamilpa.
¡Eficientes como los conocemos! (ironía), seguro ya consideraron el gasto y los traslados para los municipios del sur, centro y oriente, que impactará tanto en sus presupuestos como en los horarios de servicio que ofrecen a la población, también, suponemos, ya habrán medido que en muy poco tiempo los saturarán.
