• Desde el Senado, la legisladora tlaxcalteca señaló que el crimen organizado ha desplazado a la autoridad en diversas regiones del país.
• Ávalos llamó a romper el silencio institucional y responsabilizó a la administración federal de omisiones y fallas en materia de seguridad pública.

Durante su intervención en el Senado de la República, la Senadora por Tlaxcala del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Anabell Ávalos Zempoalteca, condenó el asesinato del presidente municipal de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo Rodríguez, perpetrado el pasado sábado durante un evento público. La legisladora calificó el hecho como un mensaje brutal de que el crimen organizado es quien gobierna en algunas regiones del país.

Ávalos Zempoalteca lamentó que el alcalde hubiera denunciado previamente la presencia del crimen organizado, exigiendo apoyo y seguridad al gobierno federal sin obtener respuesta. Desde tribuna, afirmó que Carlos Manzo ya lo había advertido, había pedido ayuda y no fue escuchado. “¿Cuántos alcaldes más tendrán que morir para que el gobierno actúe?”, cuestionó visiblemente indignada.

La senadora criticó duramente la reacción del oficialismo, al considerar insuficientes las respuestas públicas emitidas tras el homicidio; y lamentó que, en lugar de asumir responsabilidades, se centre el discurso en investigaciones, escoltas o granjas de bots, lo que calificó como un acto de evasión política.

“Esto no fue un hecho lamentable o un caso aislado, es un problema recurrente y sistemático en México. Fue un crimen de Estado”, advirtió Anabell Ávalos, al tiempo que responsabilizó a la actual administración de fallas y omisiones en materia de seguridad.

La legisladora tlaxcalteca, acusó que la política de “abrazos, no balazos” ha fracasado y que el país está “sitiado” por grupos criminales que cobran derecho de piso, controlan carreteras, amenazan a funcionarios y vulneran a la población. Ávalos afirmó que existen cada vez más señalamientos sobre vínculos entre criminalidad y actores políticos locales, pues “no se sabe si los morenistas son jefes de las bandas o al revés”.

La senadora tlaxcalteca demandó justicia para la familia de Carlos Manzo y para el municipio de Uruapan, aseverando que la tragedia exhibe el abandono absoluto de los gobiernos locales. “Los alcaldes están solos, asfixiados y convertidos en blancos fáciles”, sostuvo, reclamando que este crimen marque un punto de inflexión para que el Congreso exija el regreso de la paz y la seguridad al país entero.

Al cierre de su intervención, Anabell Ávalos reiteró que no permitirá que la violencia se normalice ni que los servidores públicos sigan siendo víctimas de la impunidad. Su postura crítica frente a la estrategia federal ha hecho que la legisladora tlaxcalteca se consolide como una voz autorizada de la oposición cuando el oficialismo y sus aliados prefieren mostrar cifras alejadas de la realidad.