5 de noviembre - 2025

Por Edgardo Cabrera
Todo el gasto por los festejos de los 500 años de la fundación de la ciudad de Tlaxcala es “top secret”, el gobierno de la Triste Historia está empecinado en mantener oculto el despilfarro de recursos públicos, que no de su bolsa, para poner desde un circo y contratar grupos musicales, hasta construir un horrible mausoleo para meter una “cápsula del tiempo” que almacena objetos relacionados con la actual administración, incluido un osito de peluche con camicetita del bienestar.
Se trata, simple y sencillamente de una violación a nuestro derecho de acceso a la información pública y de transparentar el erario, pero, además, nos da la impresión que se desviaron recursos de varias partidas presupuestales y no pueden justificar el gasto. Ya una vez se los evidenciamos con aquello del campeonato mundial de Voleibol de Playa, sacaron dinero del sector educativo, por ejemplo, para financiar el evento; la Auditoría Superior de la Federación aún no cierra el caso de los desvíos de recursos de la Conade donde se incluyen varios eventos realizados en Tlaxcala.
La semana pasada al cuñado de la gobernadora, que se mantiene anclado en la Secretaría de Turismo, Fabricio Mena, se le volvió a preguntar cuánto dinero se gastaron en el extenso cartel, cuyo principal difusor y organizador fue la dependencia a su cargo y su respuesta fue: “No tengo el dato de cuánto fue”.
¿Cómo no va a tener el dato?, ¿qué clase de secretario es?, a diferencia de otros de sus pares que están de mero ornato, Mena no solamente es de los funcionarios consentidos, es parte de la familia y experto en el manejo financiero. No olvidamos los años que estuvo a cargo del presupuesto del Congreso siendo secretario administrativo, creo que en esos tiempos su cuñada era diputada local.
Eso de que lo “público sea cada vez más público” quedó en una mera frase, no lo dudo, con buenas intenciones, pero como en la administración pública no se trata de buenas intenciones, en los hechos lo que prevalece es la opacidad y corrupción, porque la corrupción no solo es malversar recursos públicos sino también el abuso de funciones, el tráfico de influencias, la colusión, la extorsión, el fraude y la lista sigue, incluido el nepotismo.
¿SERÁ?
A los del Movimiento Ciudadano muy poco les duró el gusto de presumir adhesión de cuadros y hacer fiestas para aperturar “casas naranjas”, como con la triste historia, han montado show de luces aunque sin pirotecnia, solo mitines, bailes y música.
La casa capitalina, por ejemplo, nació sin vida, basta pasar por el lugar para corroborar su inactividad, parece que aquel evento fue un vil montaje, como esos que arman para inaugurar hospitales que carecen de personal, materiales y equipo.Nos trascienden, además, que algunos que soñaban con ser legisladores cayeron muy rápido de la gracia, porque apenas asomaron la cabeza y salieron a relucir sus tortuosos pasados que incluyen presuntos actos.
