Por Mauricio Hernández

Se acerca el día de muertos, de pan, cempasúchil y calaveras de azúcar… pero también de disfraces, máscaras y apariencias, por aquello del gringo Halloween. Y viendo cómo anda Tlaxcala, parece que algunos ya se disfrazaron desde hace buen rato. (más de 4 años)

Porque mientras la gente se prepara para su fiesta tradicional mexicana o la gabacha fiesta de jalowin con todo y disfraz, en Palacio ya hay toda una pasarela de personajes de terror.

Por ahí ronda, dicen, una vampira, porque siempre anda queriendo chupar toda la atención pública para sí misma, dejando a la ciudadanía seca de respuestas, en todos los órdenes y en todas las áreas, sobre todo en materia de seguridad, donde la violencia crece, pero el discurso sigue diciendo que “todo está bien”. (Entra risa escalofriante).

También hay un hombre lobo, porque es un personaje que se ha venido transformando de manera constante, y sin necesidad de luna llena. Pasó de solo ser un simple mortal a convertirse en un importante personaje del palacio,Y en una maniobra que solo la princesa de las tinieblas podría hacer, lo transformó en el gran lobo aullador. Aúlla| y muerde, pero cuanta oportunidad de bisne aparece…insisto aún sin luna llena….No resuelve problemas, pero ahí sigue, sabrá dios tramando que….¿Acaso un nuevo cementerio de basura?

 Y no puede faltar el maestro de las maromas, que anda tan ocupado inventando historias hasta de extraterrestres conspiradores que vienen a bordo del 3I/Atlas a desestabilizar al palacio, este malabarista de la corte, también la hace de bufón, porque sus argucias y malabares matan de risa, tanto a la corte como a los súbditos…propios y extraños…

Mientras tanto, en los dos edificios adjuntos del poder, también le entraron al juego de los disfraces: unos de momias que no reaccionan ante nada, otros de zombis obedientes, caminando sin rumbo, siguiendo las órdenes que llegan desde el Palacio.

Pero también hay disfrazados al estilo de la saga de Harry Potter. Ahí está el mortífago, obediente a su ama y capaz de lograr con un movimiento de su varita desaparecer, o pretender hacerlo, toda su responsabilidad y gastos en las más grandes ocurrencias del palacio, no importa cuánto se equivoque, goza de la dádiva de la princesa de las tinieblas…Se dice que este peculiar disfraz tiene hasta seis dedos.

Pero más allá de las máscaras, las tradiciones del Día de Muertos nos invitan a recordar a quienes ya no están.

A esos tlaxcaltecas asesinados durante este gobierno, muchos de ellos jóvenes, mujeres, trabajadores, que creyeron en la esperanza y confiaron en la “más votada”. Hoy sus familias solo tienen carpetas de investigación apiladas y una impunidad que pesa más que el dolor.

En un país donde los muertos votan, otros no olvidan… y quizás, desde el más allá, regresen a exigir, en su altar se debe poner en letras mayúsculas “JUSTICIA”

Esa justicia que la fiscal Ernestina Carro no se apresta a dar. De la peor fiscal de la historia aún no hay disfraz, pues aún lo sigue confeccionando, perfeccionando…¡Válgame dios!

Llegó la temporada de las máscaras… aunque en Tlaxcala algunos las usan todo el año. No hay personaje más simulador, no hay personaje que atente más contra el significado de la verdadera izquierda que jura enarbolar….su disfraz, no es difícil de adivinar, el de Dos Caras…uno de tantos villanos que enfrenta Batman, pero en Tlaxcala no hay héroe murciélago, por eso este Dos Caras  hace de las suyas todo el año.

Igual hay brujas por doquier disfrutando del aquelarre, algo tan característico y gustado en palacio….también hay duendes y fantasmas, esos que cobran pero nadie ve…toda una galería de miedo.

Y es que detrás del maquillaje de los eventos oficiales, los disfraces caros y las sonrisas impostadas, lo que se esconde es un gobierno que le tiene miedo a la transparencia, a la rendición de cuentas, a trabajar por Tlaxcala, por la gente, la salud, la educación, pero sobre todo…por la seguridad…esa ya fue sacrificada en la última hoguera.

Y ahora que está por estrenar la película Frankenstein del galardonado director mexicano, Guillermo Del Toro, yo les pregunto…¿de qué se va a disfrazar?

Yo, por si acaso, me pondré mi máscara de ciudadano crítico… ¿qué tal me queda?

@olaizmau

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