23 de octubre - 2025

A pesar de la construcción de 830 jagüeyes, muchos productores carecen de sistemas de riego eficientes y dependen de intermediarios para acceder a los beneficios.
Por Stephany Rodríguez
Durante un diálogo circular, el titular de la Secretaría de Impulso Agropecuario (SIA), Rafael de la Peña Bernal, señaló que, aunque se han construido 830 jagüeyes para captación de agua, los recursos no siempre llegan a quienes trabajan la tierra. Según él, muchos productores carecen de sistemas de riego adecuados y dependen de intermediarios que limitan su rentabilidad.
El secretario explicó que el programa busca preservar el metepantle, un sistema agrícola ancestral que combina hileras de magueyes con maíz, frijol, calabaza, árboles frutales y otros cultivos tradicionales. Este método, practicado durante más de tres mil años, ha sido reconocido por la FAO como Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM), destacando su valor como modelo de agricultura resiliente y sostenible.
De la Peña Bernal indicó que la captación de agua no siempre se traduce en riego efectivo. La falta de canales, filtros y sistemas de distribución eficientes provoca que la inversión millonaria destinada al campo más de 428 millones de pesos en los últimos años , no alcance su máximo potencial. Además, mencionó que la presencia de intermediarios limita los beneficios económicos directos para quienes realmente cultivan la tierra.
Según el secretario, estos intermediarios pueden incluir arrendatarios de tierras, comerciantes que compran y venden los productos a precios bajos, distribuidores de insumos y acopiadores de maguey o pulque, quienes obtienen ganancias sin participar directamente en la producción. Esta situación reduce la rentabilidad de los productores y limita el impacto real del programa estatal.
Rafael de la Peña Bernal destacó que el programa busca modernizar los métodos ancestrales, incluyendo sistemas de riego por goteo y tuberías que permitan aprovechar mejor el agua captada. Sin embargo, reconoció que aún existen áreas donde los campesinos enfrentan dificultades para acceder a los recursos, mientras la competencia de maíces híbridos y el cambio climático representan desafíos adicionales para la producción agrícola.
Aunque el metepantle y el programa estatal son reconocidos internacionalmente, la brecha entre captación de recursos y distribución efectiva mantiene en desventaja a numerosos productores, poniendo en riesgo la sostenibilidad y rentabilidad del campo tlaxcalteca.
