Fotografías y Texto: Fabiola Márquez//Agencia- TlaxcalaRoja

Miles de personas se dieron cita en el corazón de Huamantla, Tlaxcala, para vivir una de las tradiciones más emblemáticas del estado: La Noche que Nadie Duerme. Como cada año, las calles se llenaron de tapetes multicolores elaborados con aserrín, flores y arena, en honor a la Virgen de la Caridad.

A pesar de la ligera lluvia que se presentó durante la noche, los artesanos y alfombristas se apresuraron a rehacer sus obras, manteniendo viva la tradición y mostrando la devoción que distingue a esta celebración.

El fervor religioso y la creatividad se combinaron para ofrecer un espectáculo único que atrajo tanto a habitantes locales como a visitantes nacionales quienes caminaron por las calles adornadas mientras esperaban el recorrido de la virgen de la Caridad.