14 de agosto - 2025

Por Mauricio Hernández Olaiz
En Tlaxcala, la política ya no se mueve por ideas ni por propuestas; ahora la fórmula mágica es un cóctel de audios comprometedores, videos escandalosos, encuestas amañadas y, por supuesto, mentiras por doquier.
Los audios de Homero Meneses cimbraron a todo el sistema electoral de Tlaxcala, audios que exhiben una estrategia política donde la opacidad y la manipulación son moneda corriente y que tiene en el árbitro electoral a su principal defensor….. “está difícil encontrarle un delito electoral”
Los audios de Homero revelan lo que muchos sospechaban, pero además, no solo desnuda a un ITE sumiso sino también a un partido de “oposición” (nunca mejor el entrecomillado) como el PRI de ser un instituto entregado. Enrique Padilla, el dirigente tricolor, lejos de sancionar el hecho lo minimizó y mejor aprovechó para hablar bien del candidato descubierto…¡amonoooos!
Luego está el video de Ventura N., que viene a recordarnos que las cárceles no solo están llenas de reos, sino también de secretos muy bien guardados. Reos que salen a hacer “negocios” por fuera, cortesía del personal encargado de cuidarlos. Nada mal, un servicio 2×1: cárcel y agencia criminal. Es la gota que derrama el vaso de la credibilidad en las autoridades de seguridad. Porque si las prisiones no son lugares para rehabilitar, sino para seguir operando en la ilegalidad con el amparo de quienes deberían detenerlo, entonces hablamos de un problema estructural que exige una limpieza profunda, de lo contrario las cifras de la delincuencia seguirán subiendo.
Y mientras todo esto ocurre, la carrera por la gubernatura de Tlaxcala se parece a un circo donde los aspirantes compiten más por aparecer en las encuestas que por proponer soluciones reales. Las mediciones se convierten en campañas anticipadas de fake news, en instrumentos para legitimar a los favoritos y para esconder el creciente descontento social. Lo peor es que en ese juego de espejos, las mentiras se vuelven la norma. Y en medio de todo este show, los aspirantes a gobernador compiten no por gobernar, sino por quién aparece más en las encuestas. Porque en Tlaxcala, medir popularidad parece más un deporte que una herramienta para conocer la opinión pública. Lo importante es salir en la foto, aunque esa foto esté borrosa y retocada.
Curioso pero ninguno de los aspirantes habla sobre los asuntos primordiales de Tlaxcala, todos se hacen como que la campaña no importa, pero no dudan en hacer cuanto teatro sea necesario para aparecer en los medios…de los audios y el video, ni una palabra.
¿Mentiras? Muchas. La verdad es la actriz de relleno en una función, pasarela de aspiraciones, pero más que mentiras omisiones, silencios cómplices perversos y lamentables.
Guatemala.
Otro viaje internacional para la Gobernadora, otro viaje del que poco se esperan resultados tangibles en beneficio del estado. Así como el del Vaticano o los varios a la unión americana, de los que no se han reflejado frutos directos, la visita al vecino centroamericano me parece más un viaje de loas y abrazos que de beneficio para la población.
Nos cuentan que el objetivo fue el de fortalecer los vínculos históricos, culturales y diplomáticos entre Tlaxcala y Guatemala, revalorizando la presencia tlaxcalteca desde el siglo XVI.
Pero de simbolismos históricos el estado no come, menos le brinda estabilidad y seguridad, se oyen y se ven muy bonitos, pero si no se les da un seguimiento verdadero a las posibles colaboraciones en turismo, investigación y cultura, será otro viaje político de placer.
En este viaje a Guatemala no se anunciaron convenios con impacto económico inmediato, inversiones o programas concretos con presupuesto definido. El impacto real, insisto, dependerá de si lo sembrado en esta gira se traduce después en proyectos tangibles.
Como no hay transparencia sobre el costo, es imposible evaluar la relación costo-beneficio, pero dados los antecedentes todo parece indicar que no habrá ninguno.
@olaizmau
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