Y sigue la mata dando
27 de julio - 2025

Por Susana Fernández

Cuando ganó la presidencia López Portillo, único candidato… dijo posteriormente que era como haber jugado rounds de sombra,  por lo que él y su secretario  de Gobernación Reyes Heroles, pensaron en la manera de abrirle las puertas a las minorías, lo que llevó a que hubiera 300 diputados electos y 100 plurinominales, y ahora los quieren desaparecer de un plumazo como hicieron con el poder judicial, con sus tómbolas chafas y sus más de 63 acordeones, que llevó a una desangelada votación… El ciclo que se abre a partir de 2018 ha llevado a un ajuste institucional que está todavía en marcha. El nuevo partido hegemónico ha impuesto —desde 2024— las nuevas reglas del juego para el ejercicio del poder. Si la transición derivó en una partidocracia, como un arreglo (alianza) entre los partidos gobernantes para cuidar sus intereses antes que los de la ciudadanía, la 4T ha desmontado los contrapesos, y ha cerrado los espacios autónomos para centralizar el poder, lo cual huele muy mal. La reforma político-electoral que viene se anuncia como un cambio hacia un sistema poco plural y con una competitividad muy disminuida… La narrativa de la transformación, que se ha vuelto hegemónica, tiene apoyo popular porque logró conectar con una necesidad importante: si antes se consideraba que la clase política defendía sus propios intereses a la hora de gobernar y de legislar, ahora se considera que sí hay una representación popular. Por esa razón el actual gobierno quiere cambiar las reglas de la competencia política completamente a su favor y sin ningún consenso… Legislar con mayoría constitucional “autoriza” a ignorar a la oposición porque no se necesitan sus votos, como lo vimos durante el pasado periodo extraordinario. Sin embargo, cambiar las reglas de la competencia por el poder sin incluir una representación plural llevará a tener una reforma completamente favorable al partido gobernante. Los organismos están tomados, el Tribunal Electoral completamente al servicio del gobierno y el INE medio capturado como se vio ahora con la elección judicial. Hay pocas expectativas para que la reforma que viene pueda garantizar una competencia electoral equitativa. Quizá hemos regresado a los años 80… Debemos poner mucha atención con algunas líneas rojas que no se deberían cruzar: como debilitar la representación de las minorías; asfixiar la pluralidad; desaparecer estructuras profesionales y garantías al voto libre; reducir las posibilidades de la equidad y la competencia, entre otras modificaciones. La reforma que viene se hará en el contexto de un nuevo partido hegemónico, con oposiciones partidistas muy debilitadas y un gobierno con apoyo popular. Ha de nuevo un nuevo sistema de partido hegemónico.

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