4 de marzo - 2025

Entre el miedo y la acción: cómo las mujeres de Tlaxcala enfrentan las agresiones en línea.
Por Stephany Rodríguez
En Tlaxcala, el aumento del acceso a internet ha traído consigo no solo oportunidades de conexión y aprendizaje, sino también un incremento de la violencia digital, una problemática que afecta de manera desproporcionada a las mujeres. De acuerdo con datos de la revista El Consumidor, en su edición de marzo de 2025 (número 577), el 22% de las mujeres mayores de 12 años usuarias de internet vivió algún tipo de ciberacoso durante 2023. Esta cifra refleja un entorno digital cada vez más hostil, donde la violencia de género se traslada de las calles a las pantallas.
Entre las mujeres tlaxcaltecas entrevistadas para conocer cómo enfrentan esta realidad, las experiencias son contrastantes. Lorena, de 22 años, reconoce que ha sido víctima de mensajes ofensivos y acoso en redes sociales, pero admite que no sabe cómo reaccionar ni a quién acudir. “Me da miedo denunciar porque siento que nadie me va a hacer caso, o peor, que me van a culpar por lo que me pasó. Mejor bloqueo y me salgo de las redes, pero no es suficiente”, cuenta con angustia.
En contraste, Claudia, de 29 años, quien trabaja en el sector educativo, ha logrado informarse sobre sus derechos digitales y las herramientas disponibles para enfrentar la violencia en línea. “Cuando recibí mensajes amenazantes en mi correo, contacté a la Policía Cibernética y me asesoraron. Sé que no es fácil, pero tenemos que perder el miedo a denunciar y a hablar de lo que nos pasa en internet”, relata. Para ella, la clave ha sido conocer el Código de Ética para la Prevención de la Violencia Digital publicado por la Profeco y la Secretaría de las Mujeres en 2022.
La violencia digital, definida como cualquier agresión que utiliza las tecnologías de la información y la comunicación para dañar la integridad de una persona, se manifiesta de múltiples formas: desde el ciberacoso y el robo de identidad, hasta la difusión no consentida de imágenes íntimas y la extorsión. Estas agresiones no solo vulneran la privacidad y la dignidad de las mujeres, sino que generan miedo, ansiedad y en muchos casos, las obligan a abandonar espacios digitales.
Conectadas, pero no indefensas. Las mujeres de Tlaxcala tienen derecho a un internet libre de violencia.
