Por Edgardo Cabrera

Un pésimo fin de semana para la juventud de Tlaxcala. Víctimas mortales y heridos por accidentes carreteros, delincuencia organizada y riñas se produjeron sin que hayan pronunciamientos de la autoridad que, como suele ocurrir, estaba más ocupada en la pachanga, ahora la del carnaval, donde, por cierto, también ocurrió un incidente en Acuitlapilco tras la caída de una estructura.

El violento fin de semana incluyó, además, un ataque contra cinco policías municipales de Tlaxco a manos de una familia violenta implicada previamente en una agresión a un taxista. Con navajas, escopetas y palos, emboscaron y retuvieron a los elementos, privándolos de la libertad y golpeándolos antes de entregarlos.

Lo decíamos apenas, el consumo y distribución de sustancias nocivas se ha desbordado, ahí está la Información Epidemiológica del Consumo que presentó la Secretaría de Salud federal, el desmantelamiento de narco laboratorios y el hallazgo de producto en bares y centros nocturnos.

Los mismo pasa con el alcohol, cuyo consumo desmedido evidencia el fracaso del decretazo anunciado con bombo y platillo en septiembre del 2022, según, para regular la venta y consumo.

Pero ni el fracaso evidente contra el alcohol, menos los datos alarmantes develados por la federación, que nos ubica a la cabeza de entidades con mayores tasas de consumo en tres narcóticos, mueven a la triste historia para hacer algo, por el contrario, el domingo hubo una riña campal que dejó cinco lesionados con arma de fuego en el pueblo de Zaragoza en Huamantla.

Se reportó también la desaparición de siete jóvenes de entre 19 y 30 años, originarios de Apizaco, Tzompantepec y Yauhquemehcan que viajaron a Oaxaca, los reportes de este lunes daban cuenta que algunos de ellos podrían estar entre los ejecutados encontrados en la súper carretera Oaxaca-Cuacnopalan, a la altura del puente “Calapa”, que divide Oaxaca con Puebla.

Antes, el viernes, el último día de febrero, un accidente carretero enlutó a las familias de cinco estudiantes universitarios, cuatro de la Politécnica de Tlaxcala, uno de la Autónoma, cuyo vehículo se volcó en la autopista Tlaxcala-Texmelucan, a la altura de Ixtacuixtla.

Por donde se le vea, vamos de tragedia en tragedia, ni sus programas, menos los decretos y, aún peor, sus inventos esos de las “jornadas de la paz” dan resultados, en Tlaxcala no se trabaja en las causas y menos en atacar a los generadores de violencia, los golpes contra ellos vienen del gobierno federal.

EN REDES SOCIALES

Luego de que se develara la lista de candidatos a jueces y magistrados que fueron palomeados por el comité lorenista de evaluación, en redes sociales empezaron a multiplicarse los señalamientos contra algunos que fueron plenamente identificados como familiares de la casta en el poder. Lo que la presidenta Sheinbaum denomina nepotismo político.

Uno de esos casos emblemáticos es el del hermano de la fiscal General de Justicia y del presidente de Panotla, hablamos de Yovani Carro Roldán que aspira al Juzgado de Ejecución Especializado de Medidas Aplicables a Adolescentes y de Ejecución a Sanciones Penales.

Lo señalan, además, de ser primo carnal de Aarón Pérez Carro, el notario que dio fe a la tómbola donde salió sorteado.