Rescate en Puebla, señal de desamparo en Tlaxcala

Por Stephany Rodríguez

A través de un reportaje de sistema de información y comunicación, (SICOM) Noticias de Puebla, se dio a conocer la historia de Hermenegildo Islas, un hombre originario de Zitlaltépec, Tlaxcala, quien vivió durante dos años en un registro de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a la orilla de la autopista Puebla-Veracruz. Abandonó su hogar debido a problemas familiares y, al no contar con un apoyo adecuado, se vio forzado a subsistir como pepenador en Villa Frontera. Su situación, hasta ahora desconocida para la mayoría de los tlaxcaltecas, fue finalmente descubierta gracias al Programa Estatal de Mantenimiento implementado en Puebla, que lo rescató y le ofreció la oportunidad de mejorar su calidad de vida.

Este rescate no es producto de políticas de apoyo específicas de Tlaxcala, sino de un proyecto del gobierno poblano. Esto pone de relieve las carencias de Tlaxcala en cuanto a la atención de sus ciudadanos más vulnerables. El hecho de que una persona en esta situación haya tenido que depender de un programa estatal ajeno a su lugar de origen subraya la falta de medidas concretas dentro del propio estado para enfrentar este tipo de problemáticas.

Aunque el rescate de Islas es un acto positivo y refleja el compromiso de Puebla en atender a las personas en situación de calle, plantea una reflexión importante sobre la responsabilidad de las autoridades tlaxcaltecas. 

El gobierno estatal de Puebla, a través del Programa Estatal de Mantenimiento, ha anunciado que Islas recibirá apoyo para su reintegración social, que incluye acceso a empleo formal, atención médica y psicológica. Sin embargo, la intervención llegó tarde, después de dos años de abandono. Este hecho obliga a cuestionar las medidas preventivas que se deberían implementar en Tlaxcala para evitar que más personas lleguen a vivir en circunstancias similares.

Este caso pone en evidencia una realidad oculta que afecta a muchas personas en Tlaxcala: la invisibilidad de aquellos que caen en situación de calle y son olvidados por los sistemas de apoyo. La intervención del gobierno poblano es positiva, pero la falta de políticas claras y oportunas dentro del estado tlaxcalteca es un llamado urgente a la acción.

El rescate de Hermenegildo Islas, aunque celebrado, no debe ser el fin de la conversación, sino el inicio de una reflexión sobre cómo Tlaxcala puede y debe hacer más por sus ciudadanos más vulnerables.