Por Edgardo Cabrera

La duda quedó aclarada, tras las voces de mujeres que recriminaron y preguntaron a Lorena Cuéllar quién le sugirió y ordenó el uso de la fuerza pública y un camión antimotines contra ellas, la propia mandataria quedó confesa al asegurar que lo que ocurrió el pasado 8 de marzo tuvo su aval, por lo que, aplaudió el operativo y minimizó el uso de la tanqueta contra su género.

Pero ahí no acaba el asunto, se aventó la puntada de sostener que su gobierno las “cobijó” y que les dio el “espacio suficiente” para su protesta, ¡vaya!, es evidente la miopía de la Triste Historia.

Por segundo año consecutivo la mandamás en lugar de salir a pedir disculpas por las omisiones de su administración anteponiendo el uso de la fuerza bruta sobre la construcción de puentes de diálogo, reiteró que lo suyo en materia de género es una política de abrazos con balazos, cañones de agua, granadas de gas lacrimógeno y muros de metal.

De ahí que los duros pronunciamientos de académicas y colectivas sean fiel reflejo de los complejos, la intolerancia y la hipocresía de un gobierno que en campaña se dijo aliado y en su discurso se proclama feminista… vaya descaro.

DOS EJEMPLOS

A colación de la inseguridad que padecen los tlaxcaltecas, y de manera particular, las mujeres, este miércoles llamó la atención una denuncia pública que hizo la ex candidata a la gubernatura por el Partido Encuentro Solidario, Liliana Becerril, quien develó que el sábado por la noche fue víctima de un asalto y agresión física en la comunidad de Atempan, en la capital del estado.

No conforme con despojarla de dinero en efectivo, su celular y otros objetos personales, los asaltantes, que previamente le cerraron el paso cuando conducía por la zona, la golpearon en el rostro, hechos por los cuales presentó su denuncia ante la PGJE.

La recién integrada al PRI, aseguró que no es la primera vez que es afectada por la delincuencia, pero también por agresiones físicas.  

DESAPARECIDAS

Hablando de la Procuraduría general de Justicia del Estado, las desaparecidas y desaparecidos siguen, a la fecha se pueden consultar 13 fichas activas de búsqueda en páginas oficiales, cuatro de ellas corresponden a menores de edad, aunque la postura oficial es que son siete de las cuales seis son investigadas por el estado. Y mientras en el discurso la Triste Historia habla de “cobijo”, la realidad es que escasos son los resultados que da la mentada fiscalía especial y la comisión estatal creadas ex profeso para atender está problemática.

Las personas que son localizadas en su mayoría es, porque las encuentran sus propios familiares o porque regresan por voluntad propia, pero hay muchos casos en los que desafortunadamente lo que ubican son cuerpos sin vida, calcinados u osamentas, y para muestra dos casos, el de Edilberto, conocido como ‘Don Willy’, y el de la joven Ana Laura.

Al varón lo encontraron en Natívitas tras ser reportado como ilocalizable desde enero de este año, y a la joven huamantleca, recordemos que la hallaron sin vida enterrada en terrenos de labor, por ello se entiende que el martes, familiares del varón acompañados por la activista Yeny Charrez acudieran a la fiscalía especializada a protestar porque, para colmo, se niegan a proporcionar copia del expediente de su caso… ¿será que ni expedientes abren?