Por José Luis Ahuactzin

Durante la comparecencia del secretario de Impulso Agropecuario Jesús de la Peña Bernal, ante la Comisión de Fomento Agropecuario del Congreso, se ocupó para repartir culpas, mostrar cifras a modo, y deslindarse de un probable desvío de fondos públicos por el seguro catastrófico no contratado en el 2022.

A las 11 de la mañana comenzó con un discurso de más de 20 minutos, donde señaló que el campo en Tlaxcala está viejo, por sus campesinos, y que los jóvenes no están interesados en el trabajo agrícola, y por ello se prefiere la migración.

Sin embargo, al ser una comparecía por la glosa del Informe de gobierno del 2022, quienes lanzaron duros cuestionamientos fueron el perredista Juan Manuel Cambrón Soria y del partido del tucán Jaciel González Herrera, sobre el por qué no se realizó la contratación del seguro catastrófico como estaba previsto en el presupuesto y por qué había quejas de campesinos por el fertilizante orgánica sin calidad.

Al primero en responder fue a González Herrera, a quien le recordó que él ya sabía la respuesta porque fue presidente municipal de Lázaro Cárdenas y, segundo, porque insistió el campo es viejo y sus jóvenes no quieren producir.

Sobre el seguro catastrófico, reveló que en su licitación lanzada nadie se presentó y los tiempos avanzaron, y por ello decidió realizar el contrato de forma directa con Banorte hasta el mes de julio, pero la institución bancaria sólo se comprometía a cubrir el seguro desde la firma del contrato y por un año; es decir, que las heladas y sequías de los primeros meses del año ya no las cubriría, y decidió dijo, decirle a la gobernadora que lo mejor era distribuir el dinero a los campesinos, hasta donde alcanzarán los 16 millones de pesos, que al final sólo fueron más de 15 millones los repartidos a campesinos por mil 500 pesos por hectárea siniestrada.

Otro asunto similar fue la compra del fertilizante orgánico, y aceptó que hubo molestia, pero fue porque la empresa contratada fue ‘abusiva, tramposa y desleal’, por lo que fue demandada por la vía penal, pero como reparó el daño se desistieron.

Respecto de la pregunta del diputado Cambrón Soria, el funcionario de la SIA, dijo que no fue desviado de recursos sino sólo se canalizó el recurso de manera directa, pues fue asesorado por su área jurídica y ‘eso fue lo mejor…’, pero se comprometió a que ‘no volverá a pasar’ y para este 2023 sí contarán un seguro catastrófico, bajo la advertencia que la aseguradora no pagará ni los Mil 500 pesos que el gobierno destinó.

El funcionario De la Peña Bernal, a iniciativa propia también reveló que en Tlaxcala no hay una verdadera política ni acción que contenga el avance de la plaga del gusano que arrasa con decenas de árboles, no genera una cultura de prevención porque los pobladores que viven del carbón y la leña, son quienes causan el avance del problema.

Por si fuera poco, también admitió que no existe una estrategia de prevención para que jóvenes se ocupen en el campo o mejores sus oportunidades, pues en la mayoría de casos son cooptados por la delincuencia y se convierten en ladrones o, son carne de cañón o se convierten en vigilantes de estos, ‘pero ya no abundaré más…’, pues ‘una cosa lleva a la otra, del campo al suelo forestal…’.

Por si fuera poco, también reveló que en el 2022 dijo que se crearon 306 jagüeyes, dimitiendo que no todos captaron agua pluvial y otros ms tenían filtraciones; es decir, que no todos tuvieron efectividad.

Como en la primera comparecencia con la gobernadora Ernestina Carro Roldán, hubo diputados quienes prefirieron el apapacho, pese a evidenciar su ignorancia y desconocimiento del tema agropecuario, como fue el caso de Lenin Calva, Leticia Martínez Cerón, Reyna Flor Báez, Cecilia Villantes, Diana Torejón, Mónica Ángulo, quienes se salieron del formato y preguntaron sobre acciones a emprender del ejercicio fiscal 2023 y el seguimiento a otros programas.

Previo a finalizar la comparecencia, el secretario de Impulso Agropecuario, se comprometió a establecer un enlace entre la dependencia y el Congreso local, y designó ‘al ingeniero chabelo’, así dijo el sobrenombre de manera pública ante los diputados asistentes.