23 de enero - 2023

Por Edgardo Cabrera
Dos intentos de linchamiento, que según el portavoz González, no era ese el fin de los pobladores iracundos; una escuela saqueada en plena capital del estado, a escasas cuadras de las instalaciones de la policía estatal; el cambio, por cuarta ocasión, de un comisario de la Guardia Nacional; además del incontenible robo de vehículos y autopartes, así cerró la primera semana de Ramón Celaya Gamboa como secretario de Seguridad Ciudadana.
La Triste Historia nos lo vendió como el salvador de Tlaxcala, dadas sus cartas credenciales y el homenaje que, literalmente, le rindieron a su llegada, ahí le mostraron sus “respetos” desde la mandataria y su segundo a bordo, hasta la procuradora Carro.
El asunto es que, tras casi tres meses de demora en la llegada del secretario (porque se encontraba preparando su “mega plan estratégico”) la verdadera bienvenida se la dieron los delincuentes que no tuvieron empacho en destrozar las chapas de la dirección y siete aulas para llevarse 58 computadoras, siete pantallas, un proyector, una laptop y dinero de la Técnica 1.
Curioso, horas antes el nuevo funcionario oriundo del Estado de México y ex vicefiscal de Guerrero, comunicó de la implementación de un operativo disuasivo de la delincuencia en la Capital, Apizaco y Calpulalpan, cuyo resultado fue la mofa de los rateros que asestaron un duro y cuantioso golpe en esa secundaria de la ciudad de Tlaxcala, muy cerca de la oficina de Celaya.
Lo único que atinó a decir la autoridad, es que “interpusieron” la denuncia. Hasta el día de hoy no hay detenidos ni se ha recuperado nada.
La misma situación pasa con el intento de linchamiento de delincuentes en Calpulalpan tras ser capturados por los propios pobladores.
LA NADA
Es claro que la llegada de Celaya y la nada son lo mismo, tal como ocurrió con sus cuatro antecesores, en menos de año y medio de gobierno, y los datos así lo confirman.
Resulta que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reveló que, durante el 2022, la primera anualidad de Cuéllar, se cometieron 367.9 delitos al mes, es decir, 12.26 al día, y en mayoría tienen son de competencia estatal, hablamos de 2 mil 953 robos, 165 asesinatos, 275 casos de violencia familiar, 160 detenidos por narcomenudeo, y 24 por abuso sexual.
Las anteriores son las cifras oficiales derivadas de 4 mil 415 carpetas de investigación, pero, claro, el dato es mayor dado que las víctimas no denuncian ante la desconfianza a una Procuraduría General de Justicia que no resuelve nada, la mayoría de los feminicidios no han sido esclarecidos, las y los desaparecidos no los encuentran, o son localizados por sus familiares o regresan por su propia cuenta, lo robado jamás es recuperado, y en caso que sí, no lo regresan a sus dueños.
Es la misma dependencia que fabrica delitos, filtra expedientes para golpear políticamente o para atender los berrinches entre funcionarios, arranca confesiones con tortura y mata a detenidos, por ello la cifra de delitos no es mayor y, por el contrario, esa desconfianza les ayuda para decir que Tlaxcala es una entidad con menos incidencia delictiva.
