Por Edgardo Cabrera

Escozor causó entre los cuatroteístas la movilización ciudadana del 13 de noviembre, bastaron dos semanas para que el gobierno de López Obrador organizara su contramarcha, so pretexto de un informe de labores de los últimos cuatro años

La protesta de partidos opositores, organizaciones civiles y ciudadanía en general en defensa del INE, derivó en una guerra de cifras que van desde los cálculos del propio presidente de la República de 60 mil asistentes, hasta los 800 mil que dicen los organizadores que reunieron y que contabilizaron por medio de aplicaciones telefónicas.

Pero además de la capital del país, también hubo movilizaciones en 22 ciudades donde se registró también una copiosa participación, que, a diferencia de la convocatoria gubernamental, esas muestras de expresión fueron en su mayoría espontáneas, cada quien se acomodó y marchó cómo quiso y dónde pudo, el oficialismo, incluso, no pudo registrar ni documentar acarreo o compra de apoyos.

Caso contrario ocurre ante el llamado, que parece desesperado, del presidente y de su partido Morena. El desfile que están organizando incluye -ya se los ordenó- que este domingo se organicen en orden alfabético y en contingentes por estado de procedencia, “para que no hay preferencias”.

Es tal el descaro que incluso hay complacencia para que acuda el personal de las dependencias federales, estatales y municipales, para que sean acarreados, ya que el domingo es inhábil -dicen- y pueden ir. 

No habrá sorpresas, la concentración pro AMLO superará en número a la convocatoria ciudadana, la diferencia, claramente será la obligación como método, y es que tendrán que estar presentes los empleados de los gobiernos morenistas, pero también, el dispendio del erario para movilizar a los contingentes de los estados.

EXPERTO

Por cierto, Tlaxcala se encuentra en la lista de gobiernos estatales que acarrearán gente para la movilización del domingo.

Sin tapujos, los morenistas dicen que mandarán a algo así como 12 mil tlaxcaltecas que serán movilizados por las redes de simpatizantes y militantes, dicen que van “en defensa de la propuesta de reforma electoral”.

Dos cosas: aquí convocan a los simpatizantes del presidente a movilizarse en “defensa de la reforma electoral”, cuando el tabasqueño dice que es en apoyo a su movimiento y los cuatro años de transformación; y segundo, lo que llaman “redes de simpatizantes y militantes”, no son más que los propios jefes en las dependencias que están dando órdenes para presentarse el domingo en la madrugada para acudir a la Ciudad de México.

Por ello no es extraño que varios empleados están muy molestos por quitarles su día de descanso para llevar, hasta a la familia, a un mitin cuyo fondo es el costoso capricho de un político, porque causa, no hay.