Por José Luis Ahuactzin

Tras el despido de servidores de la nación, ex empleados de la delegación estatal del Bienestar denunciaron que sus despidos se debieron a un tema político y no laboral, por lo que les fabricaron acusaciones infundadas para justificar sus ceses.

En entrevista con Gentetlx, Tirso Espejel Cova, quien se manifestó en Palacio Nacional, retó a Lorena Cuéllar Cisneros, delegada estatal, a que visiten casa por casa de quienes supuestamente le acusan de solicitar dinero a cambio de beneficiarlos con programas sociales.

Es más, hizo referencia a un pseudo comunicador que ventiló una supuesta acusación en su contra, en la que con credencial de elector y una conversación vía WhatsApp, lo señala de haber pedido dinero.

Por lo que buscará limpiar su imagen ante el despido ordenado por Cuéllar Cisneros, e irá “hasta las últimas consecuencias”.

Otro testimonio de despidos ordenados por la súper delegada es de la ex servidora de la nación Graciela González, a quien desde enero de este año cortó de la nómina tras “fabricarle un supuesto moche” en la región de Nanacamilpa.

La ex empleada federal, señaló que su despido fue “por no ser lambiscona con Lorena Cuéllar (Cisneros)…”, ya que el despido fue a través del área jurídica, de la funcionaria de nombre Eunice N, quien incluso la amenazó con denuncia penal sino firmaba su renuncia.

El hecho es que ella al ser servidora de la nación en la región de Nanacamilpa, apoyó a una vecina -de nombre Ana Karen N.- para ingresar como empleada del Bienestar, y tras meses de trabajo no percibió sueldo alguno y le pidió prestado dinero para sus gastos.

Una vez que percibió su primer sueldo, le regresó el dinero para saldar sus cuentas, pero esa acción fue mal utilizada por la misma vecina y en complicidad con la titular del área jurídica para realizar el despido.

Resulta que su vecina se cansó de ser servidora de la nación a pie tierra y buscaba ser de escritorio u oficina, pero como no la ascendían ella y la encargada del centro integrador de nombre Eunice -N-, acusaron en oficinas centrales a la ahora desempleada Graciela, de pedirle dinero a cambio de gestionar su promoción, siendo el dinero recibido fue producto de un préstamo, dijo la afectada.

Pero la desinformación no paró ahí, tuvo que intervenir, supuestamente, el subdelegado regional de la zona tres del gobierno federal, Jorge Atristain San Germán, quien según aclaró todo.

Pero, el despido en enero se debió a que ya habían presentado una denuncia ante la delegación de la Fiscalía General de la República (FGR) y de la que no procedió, pues de enero a la fecha no ha sido citada y le refieren que su expediente fue archivado.