Por Edgardo Cabrera

Vaya espectáculo que volvieron a dar los de la 4T en el Congreso, producto de sus ambiciones, resentimientos y frustraciones.

Comandados por Ana Bertha Mastranzo y Mayra Vázquez le cocinaron golpe de estado a Víctor Báez y a su protegido, el secretario parlamentario, Melecio Domínguez; al primero lo movieron de la presidencia de la Junta de Coordinación y Concertación Política (a escasos dos meses de que se le terminara el encanto), y al segundo lo sacaron ipso facto de la oficina que dirigía.

Es claro que Báez poco hizo por mantener la unidad de los suyos, por el contrario, se subió a su ladrillo, enloqueció por el poder y empezó a ignorar a todos, de ahí que ni Álvarez Lima haya metido las manos por él. 

Desde la semana pasada ya se maquinaba el plan cuyo único fin es el de saciar sus ambiciones de poder, de ahí que se prestara Mayra Vázquez, en su calidad de presidenta de la Mesa Directiva, para hacer el show de este martes, a escasos tres días de que concluya su cargo y venga a Tlaxcala el presidente López Obrador.

Curioso que para remover a Melecio Domínguez de la Secretaría Parlamentaria no existiera mayor razón jurídica o laboral, simplemente el pretexto político, en contraste, desde su llegada a la Mesa directiva toleró y consintió múltiples violaciones a la ley para mantener en el puesto a David Rodríguez como titular de comunicación social del Congreso.

La rebelión en la granja no es gratuita, ocurre a escasos días de que la protagónica Mayra deje de ser el ajonjolí de todos los moles y regrese a su triste realidad, la de gris legisladora, por lo que no sería extraño ser propuesta como nueva coordinadora parlamentaria para gozar de reflectores en su plan de ser presidenta municipal de Xaltocan. 

No cabe duda, en Morena sus legisladores locales son peores que los de la mafia del poder, llegaron al Congreso con la clara consigna de saciar sus intereses personales que van desde los políticos hasta los económicos, ¿cuál cuarta transformación?, ¡simplemente pamplinas! 

INCERTIDUMBRE

Los inconformes con el proceso para seleccionar y nombrar a 64 jueces, secretarios de acuerdo, proyectistas, diligenciarios y oficiales del TSJE deberán seguir esperando a una resolución definitiva al amparo que promovieron en contra de la convocatoria.

Será hasta el 20 de junio, y no el pasado 20 de mayo, como se preveía, cuando el juez federal que lleva el caso celebre la audiencia constitucional.

Ante ello volvieron a la carga los abogados que son utilizados por los magistrados en retiro Tito Cervantes y Jerónimo Popócatl.

Los quejosos insisten en reponer el procedimiento para que no sólo participen los empleados del poder judicial, sino todos los litigantes, aunque claro, detrás se vislumbra la intención de infiltrar a los allegados de Tito y Jerónimo. ¡Nadie sabe para quién trabaja!

En tanto el magistrado presidente, Héctor Maldonado y el Consejo de la Judicatura, no han frenado las etapas del proceso y simplemente aguardarán el fallo definitivo para nombrar a los nuevos funcionarios que ya fueron evaluados, o bien, emitir una nueva convocatoria.