30 de abril - 2019

Por Edgardo Cabrera
Al menos en el texto, la Ley federal de Austeridad Republicana que se espera sea votada este martes en el Pleno de la Cámara de Diputados, muestra avances importantes para acabar con los privilegios, no sólo de los altos funcionarios públicos, sino también de la clase trabajadora.
Buena parte de los burócratas y sus sindicatos esperaban que la medida no les impactara, creían que solamente estaría enfocada a los jefes, pero no es así.
Por ejemplo, la iniciativa impulsada por Morena considera que los empleados de gobierno trabajen de lunes a sábado y los vehículos públicos serán para uso oficial, no se usarán en días de asueto.
El alcohol en las fiestas dentro de oficinas públicas será prohibido, así como la asistencia a sus labores bajo sus efectos.
Para el caso de los funcionarios, se les prohíbe comprar autos menores a 370 mil pesos y, por increíble que parezca, se asienta que queda prohibido el nepotismo, algo que en múltiples normas está sancionado pero que nadie hace caso, esperemos que ahora sí.
Escoltas, pensiones y seguros de retiro están prohibidos para altos funcionarios, en el caso de aquellos con responsabilidades en materia de seguridad serán la excepción.
Por si fuera poco, también se prohíbe la contratación de secretarios particulares, únicamente gozarán de estos empleados los titulares de las dependencias.
Entre otras cosas más, la ley que se espera sea aprobada por unanimidad en la Cámara de Diputados, impedirá a servidores públicos recibir “cualquier tipo de pago, regalo, dádiva, viaje o servicio que beneficie a su persona o familiares”.
La iniciativa es de aplaudirse, sólo esperemos que en la práctica en verdad se aplique y que no existan distinciones; actualmente varios de los nuevos funcionarios federales de la 4T mantienen prácticas del pasado, basta revisar la enorme delegación del bienestar en Tlaxcala donde hasta parejas sentimentales hacen tareas de “delegados adjuntos” o secretarios particulares.
LOS OCURRENTES
Confiemos que una vez aprobada la Ley federal de Austeridad Republicana, los levantadedos locales no tendrán otra más de sus ocurrencias y desistan del mamotreto ese que les vetó el Ejecutivo denominado “Ley de Austeridad, Racionalidad, Probidad y Disciplina en el Manejo del Presupuesto Público”.
Recordemos que en su iniciativa ocurrente los diputados locales transgredían diversos principios constitucionales, como la división de poderes.
Pero no sólo eso, en los hechos la presente legislatura es una ofensa a la austeridad republicana ya que lo primero que hicieron fue subirse los sueldos (como consecuencia, en sólo tres meses de labores se embolsaron cerca de 900 mil pesos cada uno), se asignaron recursos de gestión por 100 mil pesos mensuales, y crearon un fondo de casi 500 mdp para asignar de forma discrecional obras públicas, entregar calentadores solares y tabletas, así como apoyos para el campo.
La verdad es que no tienen que buscar el hilo negro, lo único que tendrían que hacer es homologar la ley federal con la estatal y eso, claro está, les impactará a ellos directamente quienes siguen con sus excesos y despilfarrando recursos públicos en foros inservibles, obras innecesarias, compras opacas y la contratación de familiares.
