ES FAVOR
31 de diciembre - 2025

Por Edgardo Cabrera

Lejos del tinglado por el mensaje y la propaganda alusiva al cuarto informe de gobierno de Cuéllar, vale decir, que nos costó millones de pesos del erario, la Constitución Política del Estado establece la obligación de que los secretarios del Ejecutivo comparezcan ante el Congreso local para aclarar dudas respecto a la información proporcionada.

En su Artículo 44 se enuncia la comparecencia obligatoria de los secretarios del ramo, así como del titular y magistrados del Tribunal Superior de Justicia, pero la realidad es que parece favor gracias a las lagunas en la redacción de la Constitución y la Ley Orgánica del Poder Legislativo que regula esos procedimientos, favoreciendo así la impunidad y opacidad.

Por segundo año consecutivo solamente voces opositoras, como las de las diputadas Blanca Águila y Laura Flores demandaron citar a funcionarios, como es de esperarse, fueron ignoradas.

También es una realidad que, quien hace la ley, hace la trampa, en esta caso, los diputados de mayoría oficialista saben los recovecos de la obligatoriedad para burlarla, de entrada la Constitución ordena que en un término que “no excederá de diez días (tras la entrega del informe), de creerlo necesario, podrán solicitar al Ejecutivo la comparecencia obligatoria de los secretarios…”,considerando que el 5 de diciembre lo llevaron, el plazo se les venció el día 15.

Pero… resulta que no se establece si son días naturales o hábiles, por lo que el plazo también pudo ser el día 19. Ahí no acaban las triquiñuelas legales, la Ley Orgánica del Congreso del Estado en su Artículo 96 establece, para la misma solicitud de comparecencia, solo cinco y no diez días para pedirla al Ejecutivo teniendo como requisito justificar la solicitud presentando observaciones al mamotreto que envían como informe, si cumplen y se autoriza la solicitud, corren 45 días para realizarlas.

En suma, lo que parece una obligación termina en un acto de “buena voluntad”, la realidad es que el informe es un documento que desborda inconsistencias e inventos que no coinciden con la realidad.

AJUSTES EN EL GABINETE

Enfilados a la recta final del gobierno de la Triste Historia, corren los trascendidos de los nuevos ajustes que hará Cuéllar a su escuálido gabinete, en realidad, poco importa a quién remueva e imponga en su lugar, el daño está hecho.

Lo verdaderamente interesante será ver quiénes serán los “honestos” que presenten su renuncia para dedicarse a sus ambiciones políticas personales de tiempo completo, empezando por las taparroscas a la gubernatura que nunca fueron destapadas, pero que se abrieron de capa descaradamente usando los privilegios del puesto: Carlos Augusto Pérez del Fomtlax y el que cobra como secretario de Educación que seguramente querrán premio de consolación.

Pero la lista de funcionarios suspirantes a diputados locales y federales, presidentes municipales, magistrados y jueces es extensa.

Dudo que alguno por voluntad propia deje la ubre por voluntad propia, la realidad es que este gabinete, al igual que los de los gobiernos pasados, carecen de honestidad.