Por Mauricio Hernández Olaiz

Hay declaraciones que intentan disfrazar la realidad. La Gobernadora de Tlaxcala afirmó que “todo es percepción y es muy importante esa parte” al hablar de seguridad, y hasta hizo un llamado a los medios a informar con “precisión” para evitar alarma social.

De entrada, aclaremos algo: la inseguridad no se inventa. No nace en un titular ni se crea en una redacción. La inseguridad se vive, se padece y se sufre.

Pero vámonos al fondo de las cosas. Los medios no inventan inseguridad. Informan lo que las personas viven y sienten. Los medios informan, no crean la realidad. Y cuando se usa la palabra percepción para explicar la inseguridad, se está tratando de desviar la atención del ciudadano hacia un debate semántico que no responde a la pregunta que todos nos hacemos:

¿por qué la gente siente que no hay seguridad si los datos oficiales dicen otra cosa? Pues lo más seguro es que esos datos no sean reales, así de simple…

 Permítame decirlo con claridad como lo he planteado en otros espacios: “Informar no es exagerar; informar es contar lo que pasa. Y gobernar implica asumir responsabilidad cuando esa percepción ciudadana no cambia.

La percepción de inseguridad no se reduce con discursos; se reduce con calles donde la gente camine tranquila, con policías en las colonias, con justicia pronta, con una confianza real en las instituciones. Cuando eso suceda, entonces —y solo entonces— las cifras y la percepción irán de la mano.

Ahora, si lo que la Gobernadora pretende es que nos hagamos como el tío Lolo frente a los homicidios, robos, feminicidios, desapariciones, embolsados, encajuelados y toda la violencia que ocurre todos los días en este estado, para que mágicamente cambie la percepción del ciudadano y este se crea la historia —francamente retorcida— de que en Tlaxcala todo es color de rosa, de entrada, se lo digo claro y sin rodeos:

NO CUENTE CONMIGO.

Ya suficientes espacios tienen en el gobierno como para propagar su perverso discurso de siempre — que queda claro que no ha funcionado— como para ahora pedirle a los medios serios que “informen con precisión”, cuando lo que realmente está pidiendo es que bajen el volumen, que suavicen la realidad o que miren hacia otro lado.

Y no. Informar no es exagerar.

La percepción de inseguridad no surge de la nada. Surge cuando la gente escucha balaceras, cuando ve patrullas llegar tarde, cuando conoce a una víctima, cuando la vecina no regresa a casa, cuando aparece un cuerpo embolsado en su calle o cuando los robos se vuelven parte de la rutina diaria en su colonia. Eso no es percepción: eso es experiencia cotidiana.

Mejor que pedirles a los medios que cambien la narrativa, yo le propongo algo mucho más sencillo; y a la vez más difícil, pero para eso se rentó: que gobierne de manera efectiva. Que cumpla con su responsabilidad constitucional de darle seguridad al estado. Que los resultados se noten en las calles, en los barrios y en la tranquilidad de las familias, no solo en las gráficas oficiales, maquilladas hasta el tuétano.

Porque cuando la seguridad es real, no hace falta defenderla con discursos. Se siente. Y cuando eso ocurra, entonces sí, la percepción cambiará sola.

Mientras tanto, no nos pidan cerrar los ojos, ni la boca.

No nos pidan callar. No nos pidan creer cuentos. Tlaxcala no necesita maquillaje, necesita seguridad verdadera, estrategia, planeación y efectividad.

No le pida a los medios que informen con precisión, porque es exacto lo que hacemos…no distraiga asumiendo que la culpa la tenemos nosotros… mejor exíjales; que para eso es la jefa, a Marrufo el Marino, a su ahijado, a la Fiscal, a Maximino, que cumplan con su deber, que den resultados y le regresen a Tlaxcala la tranquilidad o devuelvan su quincena.

¡Háganse responsables y no repartan culpas! Y luego se enojan porque decimos que son el peor gobierno de la historia….y eso no es percepción…es un hecho…

@olaizmau

Las opiniones vertidas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan, necesariamente, el pensamiento de Gentetlx