Hasta 85 % del musgo y heno que se comercializa sería extraído ilegalmente de los bosques, sin sanciones visibles.

Por Stephany Rodríguez

En Tlaxcala, la venta de musgo, heno y paxtle durante la temporada decembrina continúa realizándose pese a tratarse de un delito ambiental grave. Autoridades ambientales advierten que cerca del 85 por ciento de estos productos que se ofertan en mercados de temporada provienen de la extracción ilegal, una práctica que deteriora los ecosistemas forestales y afecta directamente la retención de agua.

Aunque el Código Penal Federal tipifica como delito la captura, posesión, transporte o comercio de flora silvestre sin autorización, en la entidad la comercialización persiste sin un control efectivo. Vendedores aseguran desconocer la prohibición, mientras que en diversos mercados se observan pacas de musgo y paquetes de heno provenientes de bosques locales, extraídos sin permisos.

De acuerdo con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), el musgo y el heno son recursos forestales no maderables esenciales para la captación de humedad, la prevención de la erosión y la conservación de la biodiversidad. Su extracción está regulada y sólo puede realizarse con autorizaciones específicas, conforme a la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable y la Norma Oficial Mexicana NOM-011-SEMARNAT, además de la supervisión de un técnico que garantice que no habrá daño ambiental.

Las sanciones por estas prácticas incluyen penas de uno a nueve años de prisión y multas que van de 300 a 3 mil días de salario, las cuales pueden incrementarse si la extracción se realiza con fines comerciales o en áreas naturales protegidas. Aun así, organizaciones y especialistas señalan una falta de vigilancia y aplicación de la ley en Tlaxcala.

El impacto ambiental es significativo: la extracción descontrolada del musgo y el heno provoca degradación del suelo, pérdida de biodiversidad y menor capacidad de los bosques para retener agua, lo que agrava la crisis hídrica que enfrenta la entidad y otras regiones del país.

Ante este panorama, la SEMARNAT recomienda sustituir estos materiales en las decoraciones navideñas por alternativas sostenibles, como papel reciclado, cartón, semillas, aserrín teñido, tierra o fibras naturales de bajo impacto. Autoridades ambientales insisten en que evitar la compra y venta de musgo ilegal no sólo protege los bosques, sino que también previene consecuencias penales para vendedores y compradores.