Por Edgardo Cabrera

La pregonada “reingeniería” de la administración de Lorena Cuéllar simplemente sirvió para hacer el ridículo, engordar a la casta privilegiada e incurrir en ilegalidades. ¿Recuerda el Instituto estatal para Devolverle al Pueblo lo Robado?

Con apenas 20 meses de creado, fue desaparecido. No dio ningún resultado en su efímera vida, pero costó millones de pesos, 15 millones del erario para ser precisos, destinados a mantener a su titular, Miguel Sánchez y compañía.

Mañosos, como ya sabe que son, en noviembre del año pasado la gobernadora Cuéllar mandó una iniciativa al Congreso localpara extinguir la dependencia que ella ordenó crear, argumentó que la razón era para “reorientar y reorganizar recursos hacia la creación de la Secretaría de la Mujer”, en los hechos, no fue así, ese presupuesto no se reasignó en su totalidad, aún peor, mintió en su justificación ya que desde su nacimiento operó de forma inconstitucional.

A mediados del año 2024 la Suprema Corte de Justicia de la Nación invalidó diversos artículos de la Ley de la Administración y Destino de Bienes Asegurados, Abandonados, Decomisados y Extinción de Dominio del Estado de Tlaxcala, debido a que invadía disposiciones federales, pero no hubo consecuencias, pese a que desde su creación se les advirtió de la ilegalidad, la cuenta pública fue aprobada de forma descarada, aunque existió daño a la hacienda pública.

LO DICHO

Desde su llegada al poder, Lorena Cuéllar ha creado o le cambió el nombre a ocho secretarías, ahí están las del Bienestar y su Consejo Consultivo que encabeza una de las hijas de la gobernadora; la del Medio Ambiente, donde puso a su ahijado y hoy titular de la Secretaría de Gobierno; la de Trabajo y Competitividad, Cultura, Ordenamiento Territorial y Vivienda; Impulso Agropecuario; Movilidad y Transporte; Anticorrupción y Buen Gobierno; y de la Mujer.

Que otras joyas más acumula, además de extinguir la dependencia que creó ella “para Robarle más al Pueblo”, desapareció el Instituto Estatal para Personas con Discapacidad, el Instituto de Acceso a la Información Pública, y la Procuraduría General del Estado para crear la Fiscalía Carnala con la misma titular.

Y aún hay más. Como se trata de engordar la burocracia de oro, inventó la Coordinación de Bienestar Animal que sirvió con fines electorales para imponer a su titular como juez del acordeón, la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Tlaxcalapara apuntalar el grupo de los morelenses y tener una fuente de financiamiento, y la Oficina de Protección a Defensores de Derechos Humanos y Periodistas que carece de ley y, por tanto, de reglamento en la materia. 

En suma, además de hacer más obeso el aparato gubernamental, hablamos que las dependencias creadas son lo mismo, pero más caro.