Por Edgardo Cabrera

Las torpezas se cuentan por cientos y los golpes al erario por millones de pesos, así podríamos resumir los cuatro años del gobierno de Lorena Cuéllar cuyo principal legado serán obras mal hechas y mal planeadas, el desmantelamiento del sector salud estatal para entregarlo a la federación, e inmuebles edificados para saciar caprichos y traumas.

En eso de los caprichos, arrancando su mandato, la Triste Historia anunció lo que es el proyecto más idiota concebido por un gobernante: un sistema de transporte para cubrir un trayecto de solo 2 kilómetros, en una de las avenidas con el mayor número de unidades públicas que transitan, y con mini cabinas eléctricas, hablamos del innombrable “Autotrén”.

Carecían de permisos federales, intentaban talar árboles del bulevar Guillermo Valle para colocar las columnas que soportarían unos rieles aéreos, iban a bloquear accesos a casas, hospitales y centros comerciales, en fin, ¡eso sí!, despilfarraron recursos para hacer una presentación que incluyó pirotecnia, ambigú, los trenecitos, muchas fotos y hartas porras. Tras la protestas y la evidencia de la ilegalidad, el proyectó fracasó, y trataron de borrar todo registró en medios y redes.

LOS NEGOCIOS

Por esas mismas fechas, de inicio del gobierno, se les ocurrió montar un antro encima del Museo de Arte, no solo provocó oleadas de críticas por atentar contra el patrimonio cultural, sino que todavía estábamos en pandemia por el Covid-19. Inexplicablemente el gobierno de Cuéllar autorizó desde la obra encima del inmueble histórico, hasta su funcionamiento, por cierto, el titular de la Secretaría de Cultura, Antonio Martínez Velázquez es actualmente vocero de la mandataria.

A la lista de idioteces, esas que se ocultan en los informes, le agregamos los negocios deportivos planeados en complicidad con la impresentable Ana Gabriela Guevara, ex titular nacional del deporte. 

El más jugoso fue el del Voleibol de Playa, justificaron la idea y el gasto por la derrama económica, los miles de turistas que llegarían, el fomento de este deporte y hasta la construcción de canchas para formar voleibolistas, la historia, triste también, la conocemos, nunca pudieron rendir cuentas precisas y dígame dónde esta nuestra selección y sus resultados en competencias. 

Opacos y tramposos, como los conocemos, también al arranque del gobierno de Lorena Cuéllar, trascendió la entrega del sistema de Radio y Televisión públicos a la iniciativa privada, lo negaron y lo ocultaron, bastaron unos meses para que saliera a la luz el sucio arreglo con un corporativo mediático nacional afín a la 4T.

El Heraldo Tlaxcala fracasó, pero no por falta de rentabilidad en el negocio, sino porque le estalló el escándalo a la mandataria cuando la fueron a acusar con el presidente López Obrador en su mañanera, evidenciada, Andrés Manuel ordenó meter freno al trato.

También la historia la conocemos, el fracaso y el regaño lo intentaron vender como éxito, antes, por su ambición de entregar a la IP el sistema, olvidaron renovar la concesión de la televisión y tras pedir, más favores, la recuperaron. Día después, hicieron pachanga, y no han parado de hacerlas, hablando del supuesto relanzamiento de la radio y televisión pública, así como sus “exitosos” programas que nadie ve y donde en uno de ellos sale la hija de la gobernadora. 

Aún hay más… por eso le dije en un principio que las torpezas de la Triste Historia se cuentan por cientos, y los golpes al erario por millones de pesos.