2 de diciembre - 2025

El 67% de los productos apócrifos son importados, 44% de producción nacional y 26% ensamblados localmente.
Fuente: EL UNIVERSAL
La piratería avanza paralelamente a la industria formal, sigue una lógica empresarial y se profesionaliza, con su mayor avance en el comercio digital, según la Cámara Americana de Comercio de México (Amcham).
Los farmacéuticos y dispositivos médicos se han convertido en lo más pirateado, desplazando a la ropa y calzado, que durante años estuvieron en los primeros lugares.
En el “Séptimo Sondeo de Piratería” de Amcham, realizado junto con Lexia y Clarke Modet, se explicó que la piratería es un delito amplio y transversal, identificado por siete de cada 10 empresas en al menos dos categorías de productos que comercializan. Esto está relacionado con la “alta tolerancia social, los fuertes incentivos económicos y una estructura institucional que, aunque robusta en el papel, resulta lenta y fragmentada en la práctica”.
La piratería en el comercio digital
Según el CEO de Lexia, Guido Lara, el comercio en línea concentra el mayor número de productos piratas. El 91% de los encuestados detecta piratería en el comercio electrónico, frente al 72% en el comercio informal físico y el 63% en el comercio establecido.
Se encontró que el 67% de los productos apócrifos son importados, el 44% son de producción nacional y el 26% son ensamblados localmente.
Desafortunadamente, solo un tercio de las empresas considera que el consumidor puede distinguir entre un producto original y uno pirata, siendo el principal atractivo de los productos falsificados su precio, ya que se pueden adquirir hasta un 50% más baratos.
Zonas con mayor concentración de piratería
Geográficamente, la piratería se concentra en grandes localidades como la Ciudad de México (19%), Jalisco (15.4%) y el Estado de México (15.3%). También se identifican zonas fronterizas e industriales, como Baja California, Guanajuato y Michoacán.
Medicamentos, lo más pirateado
Según el informe de Amcham, el mayor impacto se ha registrado en los medicamentos, que han tomado el primer lugar en piratería, desplazando a ropa y calzado. A continuación, se encuentran alimentos y bebidas, artículos de cuidado personal (como rastrillos, shampoo y desodorantes), juguetes y peluches, artículos escolares, equipos de impresión y escáneres, bombas, hidrolavadoras y compresoras.
Durante la presentación del estudio, Jorge Caridad, presidente de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF), expresó su preocupación por los medicamentos falsificados. “Lo que más nos alarma y nos preocupa es que la salud de las personas esté en riesgo. Pensar que tenemos medicamentos dirigidos a patologías devastadoras preocupa”, dijo.
El problema es que los medicamentos piratas se detectan en el 87% de los casos cuando ya han llegado a manos de los pacientes, lo que agrava aún más el problema.
Llamado a la acción
Caridad destacó la necesidad de canales claros y efectivos para denunciar productos ilícitos. “Si damos el paso a denunciar productos falsificados y esa denuncia queda estancada en un proceso judicial que no tiene fin, estamos desincentivando la denuncia”, advirtió.
