A un año del segundo piso de la Cuarta Transformación
5 de octubre - 2025

Por Ana Lilia Rivera Rivera

Claudia Sheinbaum Pardo, primera mujer presidenta en la historia de México, cumplió su primer año de gobierno. Ha iniciado su segundo año y lo hace fortalecida, con el respaldo de más del 70 por ciento de la población en México, de acuerdo con la mayoría de estudios demoscópicos serios dedicados al tema.

Su primer informe lo hizo en un acto público realizado en Palacio Nacional, pero no se quedó ahí. En una decisión histórica, determinó asistir a cada una de las 32 entidades federativas para informar lo que se había realizado durante los primeros 11 meses de su administración. Ese recorrido concluye este domingo 5 de octubre en la Ciudad de México, en un acto multitudinario que servirá no sólo para informar, sino también, seguramente, para dar un mensaje a la nación.

En el balance de su primer año de gobierno hay cosas que destacar. La seguridad es un tema que de ninguna manera puede ser minimizado ni pasar desapercibido por el hecho que se ha registrado un descenso en los indicadores de homicidio doloso, delitos de alto impacto, robo de vehículos con violencia y robo a transportista, entre otros.

La estrategia nacional en materia de seguridad, sostenida sobre los ejes de atención a las causas, inteligencia e investigación, fortalecimiento institucional y coordinación entre los tres niveles de gobierno, también reporta un incremento en detenciones de presuntos responsables, aseguramientos de armas, drogas y desmantelamiento de laboratorios clandestinos.

No es el único frente a resaltar. En lo económico, y a pesar de la existencia de nubarrones en el escenario debido a las políticas arancelarias implementadas por el gobierno de Estados Unidos, hay crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), baja inflación, desempleo reducido, inversión extranjera récord y estabilidad cambiaria.

Hay también un fuerte énfasis en la construcción de vivienda, en el mejoramiento de los servicios de salud, el incremento en el abasto de medicinas y la consolidación de programas sociales que implican una transferencia directa para los sectores más vulnerables, lo que se ha traducido en una expansión de la inversión social, en mejoras en seguridad y combate a la pobreza. Es cierto, hay indicadores que requieren consolidación, pero es claro que hay avances, reconocidos no solo en el informe de gobierno de la presidenta, sino en análisis independientes.

Todo lo anterior ha ido acompañado de reformas constitucionales, institucionales y legales. Por ejemplo, en el Congreso de la Unión hemos aprobado reformas para combatir privilegios, nepotismo y reelección consecutiva. Se impulsó la obligatoriedad de la seguridad social para trabajadores de plataformas digitales.

Se abrió la Secretaría de las Mujeres para impulsar la igualdad sustantiva, la cual también está consagrada en la Constitución en consonancia de lo que nuestra propia presidenta ha declarado como tiempo de mujeres. Y no podemos dejar a un lado la inversión directa a comunidades indígenas y afromexicanas con miles de millones de pesos para atender sus necesidades, reforzar su voz en la toma de decisiones y mejorar los servicios básicos.

La elección de una parte del Poder Judicial es un acontecimiento histórico a destacar, impulsada como una forma de exigir rendición de cuentas y combatir privilegios en una institución que por muchos años sus integrantes no estaban acostumbrados a hacerlo.

Los avances son tangibles, pero en el horizonte quedan cinco años. En esa perspectiva, existen retos que no pueden soslayarse, como la pronta renegociación del Tratado de Libre Comercio con EUA y Canadá, instrumento que ha transformado al país y sigue siendo el principal motor de crecimiento de la economía.

La seguridad, la salud, la educación, la desigualdad y el desarrollo de infraestructura son otros retos importantísimos en los que, si bien existen avances, como lo hemos visto, hay mucho por lograr. Lo importante es que se va avanzando y el camino es el correcto.

Senadora de la República por el Estado de Tlaxcala

Las opiniones vertidas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan, necesariamente, el pensamiento de Gentetlx