EL TIMO C2
29 de agosto - 2025

Por Edgardo Cabrera

Los centros de Comando y Control, denominados pomposamente “C2 municipales”, simplemente forman parte de una gran farsa para propagandear la inversión millonaria en tecnología y equipamiento en materia de seguridad, pareciera, más bien, que esos lugares se convirtieron en parte del gran lavado presupuestal, de esos 10 mil millones de pesos que dicen haber gastado, aunque solo se ven reflejados en los sueños de la Triste Historia, ¡ah!, y en sus blindadas.

Resulta que con 34 de esos lugares la seguridad no ha mejorado, por el contrario, sigue al alza la incidencia delictiva y cada día las cosas son peores, no vamos lejos, el miércoles en la capital del estado, a dos cuadras del Palacio de Gobierno y del Municipal, un par de sujetos atacaron directamente a un sujeto, lo balearon y huyeron con total impunidad a bordo de una motocicleta.

La versión oficial, evasiva de su responsabilidad, sostiene que tanto la víctima -que no ameritó atención hospitalaria-, como los agresores son del municipio poblano de Texmelucan, dicen que es un pleito que traen y que no es la primera vez que intentan matarse, al afectado nadie lo llevó ante el Ministerio Público para rendir su declaración ya que, aseguran, no quizo proceder, ¡ah caray!, ahora están a contentillo, claro, con tal de que no se vea reflejado este hecho en sus estadísticas.

El asunto es que el C2 municipal solo sirvió para atestiguar el ataque y la huída, eso sí, con apoyo del fiasco del otro sistema, el C5i, dicen que vieron como abandonaron la moto en la que se fugaron cerca de la caseta de Peaje de Texmelucan y de ahí huyeron en otro vehículo. Y eso de qué le sirve a la población, la movilización policíaca, es claro, fue tardía e ineficiente.

Y como ese caso podemos documentar cientos al mes, desde los menores hasta atrocidades como el hallazgo de seis cabezas humanas en Ixtacuixtla, no hubo Comando y Control capaz de rastrear a los responsables, es la hora que tampoco han informado de la identidad de esas personas.

NUEVO LASTRE     

Alcaldes y alcaldesas han tenido que participar en el montaje porque sino lo hacen, la triste furia gubermanental los castiga, así es que han accedido a que les pinten de morado oficinas existentes y les pongan el logo del gobierno en dorado (para que se vea poderoso), luego les colocan monitores chinos y chafas, junto con teclados y sistemas que se pueden conseguir en cualquier tienda de saldos de cómputo, también dotan de mobiliario y ¡voalá!, ya está el C2.

Hasta ahí acaba la intervención del estado, bueno, antes está la inauguración con foto y video, lo que sigue es una nueva carga para los endebles recursos que tienen los ayuntamientos para atender el tema de seguridad pública.

Cada municipio está obligado a dotar de policías para el monitoreo de las pantallas chinas, deben cubrir tres turnos de 8 horas cada uno, y al menos deben estar un par de elementos operativos en el Centro de Comando, qué significa eso, sacarlos de las calles, de sus rondines y atendiendo llamadas de emergencia, todo con tal de cumplir con la falta de visión y estrategia estatal.

Los ayuntamientos no tienen acceso para operar las video cámaras: hacer acercamientos, revisar grabaciones, rotarlas, en fin. Son meros espectadores, todo ello solo es facultad del Big Brother que encabeza Maximino, el de las compras multi millonarias. Ahora bien, si detectan la comisión de un delito, o piden auxilio para dar un seguimiento, con qué elementos lo atenderán, hay lugares que apenas llegan a una decena de elementos por turno, y ya hablamos que al menos un par deben estar en el C2 cada 8 horas. No cabe duda que son unos genios.