AHH PINOCHO
11 de agosto - 2025

Por Edgardo Cabrera

Ocurrió el pasado 7 de julio en Huamantla, uno más de los recorridos, reuniones y asambleas informativas que le organizan los fines de semana a la senadora morenista Ana Lilia Rivera.

En un salón de fiestas, liderazgos de la zona se congratularon por la visita de quien es puntera en las encuestas al día de hoy, y a quien comprometieron su respaldo de cara a la sucesión gubernamental del lejano, pero a la vez tan cercano 2027 (porque así lo han querido particularmente los morenistas).

El ex perredista, ex marianista y menista, pero siempre taurino, Luis Andalco fue uno de los organizadores, y la legisladora reiteró su discurso de que el pueblo quiere un cambio de régimen, no sólo un cambio de siglas en el poder. 

Vale decir, a diferencia del ansioso secretario de Educación de Cuéllar, en ese encuentro no hubo orden de construir aldeas digitales o promover la imagen de la senadora, tampoco la presentación de campaña y la presencia obligada de directivos de dependencias públicas, al menos cuidan las formas.

El lugar dispuesto para albergar a la comitiva: Real De Cantera y está ubicado muy cerca de la basílica de Nuestra Señora de la Caridad, los propietarios, la familia que encabeza el diputado federal petista Alejandro Aguilar.

¿Recuerdan quién dijo que el legislador huamantleco le había comprometido su apoyo porque coincidia en su proyecto? 

Pero ahí no acaba, en entrevista con el periodista Edgar García Gallegos, el propio Alejandro Aguilar negó haberle dado su apoyo y, lo peor para el señor Meneses, el diputado federal destapó sus aspiraciones, ¡sí!, también ya trabaja porque quiere ser candidato a la gubernatura.

Hablamos de que don Aguilar tiene plan A y B de cara al 2027.

Por lo pronyo, se los dije, una a una caerán las mentiras del señor Meneses con las que trata de engañar a los ilusos que lo siguen con la promesa de trabajo y sorprender a los que son obligados a usar las instituciones públicas para su campaña anticipada. 

Como dato adicional, el secretario de Educación Pública estatal reconoció que es su voz la de la grabación, ya nada más faltaba que dijera que no, pero eso sí, negó utilizar el sector educativo para sus fines personales, ¡ajá!, recuerda lo que dijo del uso perverso del modelo político del “humanismo mexicano”, al que redujo simplemente a las siglas de su nombre y apellido, ¿ya sabrá la presidenta Sheinbaum de esa vileza?