Tlaxcala registró la inflación baja en junio, pero familias resintieron alzas en carne, huevo y jitomate
2 de julio - 2025

Tlaxcala registró 3.7% de inflación en junio, pero ciudadanos resintieron alzas en productos básicos.

Por Stephany Rodríguez

Aunque Tlaxcala se posicionó como el estado con la inflación más baja del país durante la primera quincena de junio de 2025, con una tasa anual de 3.7%, de acuerdo con el análisis del observatorio México, ¿Cómo Vamos? con datos del INEGI, la experiencia cotidiana de muchas familias tlaxcaltecas contradijo esa aparente estabilidad económica.

En ese mismo mes de junio, madres y padres de familia reportaron alzas notables en productos de la canasta básica como la carne de res, carne de cerdo, huevo, jitomate, papa, papaya y tortilla, lo que obligó a la población a modificar sus hábitos de consumo y aplicar nuevas estrategias para hacer rendir el gasto.

A través de un sondeo ciudadano, tlaxcaltecas compartieron cómo enfrentaron este contexto. Verónica Cervantes, habitante de Tlaxcala capital, aseguró que ir sola al supermercado se ha convertido en una medida necesaria: “Ya no alcanza. Prefiero ir sola para que no se les antoje nada a mis hijos y para comparar precios. Hay productos que salen más baratos en otros lugares”.

La percepción general es que los aumentos, aunque no siempre reflejados de inmediato en los indicadores oficiales, sí se sintieron en el bolsillo. Guadalupe Trejo, ama de casa, relató que cada quincena acude a la Central de Abastos para comprar al mayoreo y evitar recauderías: “Ahí es más barato, y compro todo de una vez para distribuirlo bien”.

El aumento del salario mínimo a 278.70 pesos diarios no ha sido suficiente para equilibrar el alza en los precios. Margarita López, ciudadana tlaxcalteca, decidió vender productos por catálogo para complementar sus ingresos: “Ofrezco zapatos y cosméticos a mis vecinas. Con eso saco para los pasajes o algún gasto extra”.

Otros casos, como el de Benjamín Tolentino, reflejan la necesidad de duplicar jornadas laborales. “Trabajo en dos turnos, de guardia y como repartidor. Si no, no salen los gastos, y más ahora que vienen las graduaciones”, comentó.

Incluso los llamados “gastos hormiga” son motivo de ajuste. Don Federico, adulto mayor, reflexionó: “Una coca y unas papas ya son más de 30 pesos. Si lo haces varias veces a la semana, se te va el dinero que bien podrías usar para tortillas o huevo”.

A pesar de los números oficiales, el caso de Tlaxcala evidencia que una baja tasa de inflación no necesariamente implica estabilidad económica para las familias, sobre todo cuando los productos esenciales suben de precio sin aviso y de manera constante. La realidad que se vivió en junio fue clara: la inflación se sintió en la mesa, más allá de las cifras.