1 de julio - 2025

Hallazgos de restos humanos, ejecuciones y hechos violentos marcaron cada semana del mes en al menos 16 municipios.
Por Stephany Rodríguez
Durante junio de 2025, Tlaxcala vivió una escalada de violencia que estremeció a su población. A lo largo de 30 días, se registraron al menos 21 hechos violentos en distintos puntos del estado, dejando como saldo ejecuciones, restos humanos abandonados, hallazgos de fetos y un repunte de muertes ligadas al crimen organizado, accidentes con violencia institucional y homicidios de alto impacto.
El primer día del mes, en el municipio de Terrenate, fue localizado un cráneo humano; ese mismo día, en Tlaxco, un adulto mayor murió desfigurado tras recibir un disparo de escopeta. El día 2, en Apetatitlán, un hombre fue encontrado despedazado en la carretera.
El 4 de junio, un comerciante fue ejecutado en Calpulalpan, y horas más tarde, en San Pablo del Monte, un directivo del Cecyte fue asesinado. El 5, en Mazatecochco, una patrulla embistió a un músico, provocando su fallecimiento. El 6, en Huamantla, fueron halladas dos osamentas humanas.
La jornada violenta continuó el 7 de junio con el asesinato de un prestamista en Acuitlapilco. El 9, el hallazgo de un feto en San Pablo del Monte y el homicidio de un familiar del presidente municipal de Amaxac incrementaron la tensión. El 12, en Nanacamilpa, un cuerpo desmembrado fue localizado embolsado.
El 18 y 19 de junio, la violencia llegó a Ixtenco y Tequexquitla, con el hallazgo de un feto y la ejecución de una persona, respectivamente. En la última semana del mes, los casos se aceleraron: el 25, un hombre fue baleado en Ixtenco; el 27, otro fue ejecutado en Tetlatlahuca; y el 28, se registró una ejecución más en San Pablo del Monte.
El 29 de junio, un hombre que fue atracado en Ixtacuixtla falleció en el hospital por la gravedad de sus heridas, mientras que en Chiautempan se localizaron nuevas osamentas. Finalmente, el 30 de junio, el mes cerró con el hallazgo de una fosa clandestina en Nativitas, donde se encontraron dos cuerpos.
Estos hechos que abarcaron al menos 16 municipios reflejan un panorama alarmante para el estado, donde la violencia ha dejado de ser esporádica para convertirse en una constante que exige atención urgente por parte de las autoridades de seguridad y procuración de justicia.