CUANDO EL RÍO…
12 de junio - 2025

Por Edgardo Cabrera

Con mayor insistencia crecen los trascendidos respecto de la salida de Luis Antonio Ramírez de la Secretaría de Gobierno, el cúmulo de sus acciones han derivado en que su jefa, la gobernadora Cuéllar, en más de una ocasión fuera exhibida, incluso puesta en riesgo por este personaje oriundo de Morelos que poco pierde si se queda o se va con su enorme legión de corifeos y súbditos.

La mayor torpeza fue el incendio de abril en Altzayanca, más de mil hectáreas de vegetación fueron consumidas (según los cálculos más conservadores), la diputada morenista Anel Martínez, oriunda del lugar, estimó en el doble de extensión el daño. En medio de la desgracia, la mandataria acudió por recomendación de su ahijado, por cierto, él nunca se paró en la zona de desastre o dio la cara, pese a que a su llegada al gobierno ocupó la titularidad de Medio Ambiente.

La historia, triste, la conocemos, Cuéllar fue insultada, los ánimos escalaron entre los pobladores que acusaron la inacción del gobierno y por poco no la dejan salir, el secretario de Gobierno, en buen resguardo.

Pero no es la primera desgracia que le toca a Luis Antonio sin que atine a solucionar nada: incendios en rellenos sanitarios del año pasado (reiteramos, fue el titular de medio ambiente y nunca atendió ese problema), linchamientos de policías, o ejecuciones de funcionarios estatales como el director administrativo de Cecyte y ex candidato a alcalde de San Pablo del Monte.

En el terreno político, fracturó aún más al gabinetazo, ha bloqueado a varios integrantes de la mesa de seguridad, incluso han sido excluidos de las reuniones, acapara la información y filtra solo lo que le conviene decir a su madrina.

Desde hace meses, abrió un frente directo contra notarios, en su lógica de dividir para ganar (dicen que una notaría), el “genio” partió a los que estaban unidos y eran afines a Cuéllar, nunca pudo solucionar las diferencias por negocios entre Moreno y el yerno notario, terminó por cancelarle la patente y debe agotar el procedimiento penal, por ello, empieza a salir la podredumbre de todos. 

Cada vez son más los diputados locales y federales que no quieren hablar con Luis Antonio, el ex cuñado, por ejemplo, se queja de que fue bloqueado desde campaña y que le exigió renunciar a su candidatura, eso anda contando el aludido.

En lo electoral, donde también metió su cuchara, fracasó. Tlaxcala tiene el distrito con mayor porcentaje de votos nulos del país en la elección judicial, el abstencionismo es mayor al de la media nacional y nos cuentan que maquinó sus propios acordeones, de ahí se explican porqué no ganó el hermano de la fiscal, por ejemplo, o que existan diferencias tan notables en votos, entre los que se supone estaban palomeados desde la silla del poder.  

¿QUIÉN SUENA?

A la par de los trascendidos, también salió a relucir el nombre de Gelacio Montiel como el relevo del morelense, de quien debo reconocer su labor discreta, pero eficaz, además de que este sí es tlaxcalteca por lo que entiende mejor la dinámica de grupos.

El oriundo de Tetla es tan eficiente, que es de los menos raspados de los funcionarios lorenistas pese a que colocó a su hijo en distintas posiciones del gobierno y logró que fuera impulsado como alcalde, pero su familia está en más posiciones, ahora, hasta su sobrina, es juez. Ya veremos si lo que se comenta en los corrillos políticos se cumple o forma parte de una nueva pelea de egos de cara al 2027, ¡corren las apuestas!