5 de junio - 2025

Comerciantes locales atribuyen el alza a la inflación, el clima y la producción agrícola irregular.
Por Stephany Rodríguez
En recorridos realizados por los municipios de San Pablo Apetatitlán, Santa Ana Chiautempan, Tlaxcala capital y Contla, comerciantes locales coincidieron en que el incremento de precios en productos de la canasta básica, especialmente el pollo, ha sido una constante durante las últimas semanas.
Uno de los casos más notables es el del mercado municipal “Emilio Sánchez Piedras”, en la capital del estado, donde la pechuga de pollo alcanzó hasta los 120 pesos por kilo, cuando apenas días antes se vendía en 100 pesos. “El pollo subió casi un 20%. Es por la demanda y porque está saliendo más caro producirlo”, comentó una vendedora del área de carnes.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) en Tlaxcala aumentó un 0.57% durante la primera quincena de mayo, lo que refuerza lo expresado por comerciantes, quienes señalan que los aumentos no han sido aislados, sino parte de una tendencia nacional.
Pero el pollo no es el único alimento afectado. Comerciantes entrevistados en distintos puntos del estado explicaron que productos como el aguacate, la papa y la lechuga también han subido de precio, debido a las condiciones climáticas irregulares, como la falta de lluvias. “Aquí la mayoría vivimos de la agricultura y la agronomía. Si llueve o no, todo se afecta. Las cosechas no rinden igual”, explicó un vendedor de verduras en Contla.
Entre los incrementos reportados, los vendedores señalaron:
• Aguacate: +10%
• Papa: +5%
• Lechuga: +5%
• Huevo: incrementos de entre 5 y 10 pesos por kilo
No obstante, también se registraron bajas en algunos productos, gracias a una mejor disponibilidad en ciertas regiones. “La calabaza bajó; estaba en 25 el kilo y ahora ya está en 10. El chile poblano también, ya lo tenemos a 20 pesos el kilo. La zanahoria se consigue en 12 pesos”, informó una comerciante de Chiautempan.
Muchos de estos productos provienen directamente de productores locales. “El cilantro y el perejil vienen de aquí cerca, de campos tlaxcaltecas. El jitomate lo estamos trayendo de La Unión. Nos apoyamos entre nosotros para no dejar de vender”, compartió otro comerciante.
Pese a los aumentos, los consumidores siguen adquiriendo estos productos porque son esenciales. Sin embargo, los vendedores admiten que deben ajustarse constantemente a las condiciones del mercado para no afectar a sus clientes ni sus propios ingresos.
Los precios, comentan, también varían dependiendo del municipio, por lo que algunos productos pueden encontrarse más baratos o caros según la zona. “Aquí en el centro está más caro que en San Pablo o en Contla. La diferencia es de cinco o hasta diez pesos en algunos casos”, explicó una comerciante.
Los mercados tlaxcaltecas, aunque resilientes, reflejan las consecuencias de un sistema agrícola y económico vulnerable a la inflación y a los fenómenos climáticos. Mientras tanto, tanto vendedores como consumidores buscan estrategias para hacer rendir el gasto sin dejar de lado la alimentación básica.