POR ATRÁS
23 de mayo - 2025

Por Edgardo Cabrera

Con excepción de Josefina Rodríguez, hoy flamante secretaria de Estado, el resto de los ex funcionarios tristones se han ido por la puerta de atrás, en su mayoría sin rendir cuentas y, lo que es peor, solapadas sus transas, corruptelas, prepotencias y hasta denuncias penales. 

Recordemos nada más dos casos, a escasos tres meses del nuevo gobierno, el secretario de Seguridad Ciudadana, Alfredo Álvarez Valenzuela, se dio a la fuga para evitar una orden de aprehensión en su contra que pretendían ejecutar elementos de la SEIDO. Sigue prófugo.

En marzo de 2022, fue removido y con ello protegido también el director del Instituto Tlaxcalteca de la Juventud, Arturo Martínezsobre quien pesaban acusaciones de abuso sexual, meses después lo contrató la entonces administración municipal morenista de Yauhquemehcan.

El miércoles se anunció la salida del cienciólogo Diego Corona de la titularidad de la Secretaría de Infraestructura, aunque, vale precisar, el líder de esta secta en Puebla ya había abandonado el puesto desde el pasado 16 de mayo por supuestos “motivos personales”, pero se ocultó.

El pasado 17 de marzo una investigación periodística de Emeequis dio cuenta que Corona Cremean, a la par de funcionario estatal, fungía como presidente de Narconon Puebla, una organización que profesa la Cienciología y, según ese reportaje, es acusado de despojo por pobladores cercanos a su Iglesia. De esto, hubo silencio del involucrado y el gobierno.

Pero de su labor como secretario también hay mucho que reclamar, se desplomó la productividad del sector, así lo evidencia el Indicador Mensual de la Actividad Industrial por Entidad Federativa del INEGI, en comparación con enero de 2024, hubo una caída de 33% en el primer mes de este año en el sector de la construcción, donde la obra pública es el principal impulsor.

No solo eso, en cuanto a la calidad, el paso del jalisciense también dejó un pésimo legado, no vamos lejos, el nuevo titular de Infraestructura, Eduardo Hernández Tapia, admitió ayer que las instalaciones de la Ciudad Deportiva de Alto Rendimiento de Tlaxcala inauguradas en septiembre pasado en Apizaco, presentan fallas y vicios ocultos.

Regaderas dañadas y desprendimiento de techos, forman parte de las afectaciones en un proyecto donde presumieron una inversión de 448 millones de pesos.

EL NUEVO

Pero el que llega no pinta para mejorar, todo lo contrario, se trata del poblano Eduardo Hernández Tapia, sí, así como lo lee, otro foráneo más que llega y que refuerza la legión extranjera. Como hemos visto, se van sin pena ni gloria dejando pésimos legados, no les importa Tlaxcala.

El nombrado no es nuevo, desde el año 2023 llegó a la secretaría como director de Infraestructura, ese mismo año estrenó una camioneta de lujo pagada de contado, medio millón de pesos según documentó el periodista Fabián Robles.

Antes fue director General de Recursos Materiales y Servicios Generales, y coordinador de Obras y Mantenimiento de Inmuebles en la Secretaría de Gobernación, de donde habría sido despedido por incurrir en probables actos de corrupción, detalló el mismo periodista que recuperó además la versión de que su llegada fue por imposición de la entonces corcholada presidencial, Adán Augusto, y ahora resultó reluciente secretario.