9 de mayo - 2025

El Día de las Madres impulsa el envío de dinero desde Estados Unidos; mujeres en Tlaxcala comparten cómo lo usan y qué significa para ellas
Por Stephany Rodríguez
Mayo no solo se viste de flores, también se llena de transferencias electrónicas. En el marco del Día de las Madres, el envío de remesas desde el extranjero aumenta significativamente y muchas tlaxcaltecas se convierten en las principales receptoras. Según datos de la Revista del Consumidor, el 49.8% de las remesas enviadas durante mayo tienen como destino a una madre mexicana.
Desde Mazatecochco, Teolocholco y otras comunidades del sur del estado, mujeres comparten cómo este ingreso representa mucho más que apoyo económico: es un lazo con sus hijos migrantes. “Mi hijo está en Nueva Jersey y cada mayo me manda un dinerito extra, siempre me dice que es para que me consienta. Yo lo ahorro o compro medicina, pero también me doy un gusto”, cuenta la señora Teresa, de 63 años.
La mayoría de estos envíos se realiza por transferencias electrónicas un 99%, según cifras oficiales y los bancos o remesadoras elegidas varían dependiendo de las comisiones y la rapidez del servicio. Algunas madres tlaxcaltecas consultadas aseguran que usan la herramienta “Quién es Quién en el Envío de Dinero” para saber cuál les conviene más.
María del Carmen, vecina de San Isidro Buensuceso, comenta que cada año en esta fecha sus dos hijos, que viven en California, le mandan entre 200 y 300 dólares. “A veces lo uso para comprarle ropa a mis nietos o para pagar algo que hace falta en casa. No es mucho, pero llega justo cuando más lo necesito”.
En 2024, México recibió 64,746 millones de dólares por concepto de remesas, siendo el segundo país que más dinero recibió por este concepto, solo después de India. Tlaxcala, aunque pequeño en extensión territorial, también forma parte de esta gran red de vínculos familiares y económicos que cruzan fronteras.
Para muchas madres, el dinero no solo es importante por lo que representa materialmente, sino por el mensaje que lleva: “es una forma de decirnos que no nos olvidan”, resume doña Juana, mientras muestra una foto de su hijo que no ha visto en cinco años.
Las remesas en mayo son un recordatorio de que el amor también se transfiere aunque sea desde miles de kilómetros de distancia.