6 de mayo - 2025

Entre sustituciones de productos, listas de compras y recorridos por el mercado, mujeres de Tlaxcala muestran cómo estirar el gasto familiar ante el alza en la canasta básica
Por Stephany Rodríguez
En Tlaxcala, las amas de casa han desarrollado verdaderas estrategias de supervivencia económica para enfrentar el aumento de precios en productos de la canasta básica. Al igual que, muchas madres tlaxcaltecas han aprendido a rendir el gasto familiar a través de decisiones inteligentes de compra, especialmente en los mercados tradicionales.
Durante un recorrido por el Mercado Municipal de Tlaxcala, varias mujeres compartieron cómo han tenido que ajustar su presupuesto sin sacrificar la alimentación de sus familias. Optar por pollo en lugar de carne de res, aprovechar frutas y verduras de temporada, y evitar tiendas de conveniencia por su alto margen en precios, son algunas de las prácticas comunes.
“Yo ya casi no compro carne de res. Está carísima, mejor hago caldos de pollo y lo rindo para dos comidas distintas, como tinga o tacos dorados”, expresó Laura Ramírez, madre de tres hijos y vecina de la colonia Loma Xicohténcatl. Para ella, sustituir ingredientes y reciclar comidas es una forma de resistir la presión de los costos.
Rosa Aguilar, quien vive en San Gabriel Cuauhtla, mencionó que siempre carga con una libreta para anotar precios. “Uno tiene que estar alerta, si sube mucho una verdura, se cambia. Antes con
500 pesos salía uno con su bolsa llena de lo indispensable, ahora apenas alcanza para lo necesario”.
Y es que, además del alza en carnes y verduras, otros productos como los nopales, el jitomate y la lechuga también han encarecido considerablemente, afectando la dieta diaria de las familias. “Hace una semana la lechuga costaba 10 pesos, hoy me la quieren vender en 25. Así no se puede”, comentó Enriqueta Sánchez, vecina de Santa María Acuitlapilco.
A pesar de los retos, algunas familias han logrado amortiguar los efectos de la inflación gracias al ingreso colectivo. Blanca Velázquez, estilista de Tlaxcala capital, señaló que en su hogar los cuatro integrantes trabajan, lo que permite una mayor flexibilidad, aunque también aplica la regla de consumir frutas de temporada y buscar lo más económico.
Incluso algunos hombres, como Rubén Meneses, vecino de Apetatitlán y administrador de profesión, aplican principios básicos de economía familiar. “Hacer listas, comparar precios y planificar el menú semanal es clave. Aquí en el mercado uno puede ahorrarse hasta 30 pesos por kilo, solo hay que saber buscar”, explicó.
En tiempos de incertidumbre económica, las madres de Tlaxcala se han convertido en verdaderas estrategas del hogar. Su habilidad para administrar los recursos no solo refleja el impacto del alza en la canasta básica, sino también la resiliencia de quienes, con ingenio y esfuerzo, mantienen a flote a sus familias.