28 de abril - 2025

De acuerdo con el IMCO y el INEGI, mejorar la eficiencia en el cobro del predial es clave para fortalecer la autonomía financiera.
Por Stephany Rodríguez
De acuerdo con un análisis elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), México recauda apenas 67 mil millones de pesos anuales por concepto de impuesto predial, una cifra muy por debajo del potencial estimado de más de 200 mil millones de pesos. Esta baja captación limita significativamente la autonomía presupuestal de los municipios.
El predial, que se cobra con base en la información catastral de los inmuebles, representa apenas el 0.2% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional. Esta proporción es considerablemente inferior a la de países como Brasil (0.6%), Chile (0.8%) y Reino Unido (1.2%).
El estudio muestra una gran disparidad entre el monto recaudado y el potencial en diversos municipios. Guadalajara lidera el ranking con la mayor recaudación efectiva, seguido por Querétaro y Monterrey. Sin embargo, la mayoría de las ciudades presenta una importante brecha entre lo que recaudan y lo que podrían recaudar si mejoraran sus catastros y eficiencia en el cobro.
Tlaxcala, en el rezago nacional
En contraste con los estados líderes, Tlaxcala se posiciona entre los últimos lugares en recaudación predial. Mientras estados como Guadalajara tienen un potencial superior a los 2,000 millones de pesos, Tlaxcala apenas alcanza una fracción mínima de esa cantidad. Esto evidencia la urgente necesidad de actualizar su padrón catastral y optimizar sus mecanismos de cobro.
El IMCO señala que mejorar los catastros municipales y realizar cambios para un cobro más eficiente del predial permitiría a los municipios contar con mayores recursos propios, fortaleciendo su independencia financiera y su capacidad de inversión en infraestructura y servicios públicos.
La diferencia entre el predial recaudado y el predial potencial, particularmente en estados como Tlaxcala, demuestra la importancia de modernizar los sistemas de gestión catastral y de adoptar mejores prácticas administrativas para aprovechar esta fuente de ingresos locales.