Por Edgardo Cabrera

Se los dije, para la caquistocracia que nos gobierna la tragedia de Altzayanca ya se olvidó, mejor dicho, se les cruzó en medio de la elección judicial y de su plan para imponer a los serviles del lorenismo sin importar, ya no solo su carencia de experiencia y trayectoria en el litigio o impartición de justicia, sino que muchos de ellos no cuentan con el promedio de calificación de 8 en sus estudios profesionales, aún así el patético y pagado Comité Estatal de Evaluación los pasó.

Resulta que previo al incendio forestal que arrasó con al menos 2 mil hectáreas, según la diputada morenista Anel Martínez, el ahijado secretario se ocupaba de amedrentar a los alcaldes y funcionarios para fijarles una “cuota” de votos para el 1 de junio.

Varias de estas autoridades y funcionarios me lo han confesado, me reservaré los nombres por obvias razones. El ahijado les advirtió, por separado, que si quieren seguir contando con el respaldo de la Triste Historia deberán meterle en algunos casos de jurisdicciones pequeñas al menos 5 mil votos, “no nos importa cómo le hagas”, la advertencia.

Otra autoridad más, de oposición, me dijo que no proporcionaron listado de palomeados, según, no les importa por quién voten, pero deben movilizar a su gente para sumar votos ante el pronóstico de la escasa participación ciudadana, por el desinterés y desconocimiento del proceso electoral extraordinario donde se elegirán jueces y magistrados, urge legitimar la imposición. 

Pero la lista existe, tan es así, que varios aspirantes que confiaron en el proceso han decidido no hacer campaña, simplemente navegarán por el periodo de mayo, saben que carecen de todas las posibilidades de vencer al sistema.

No hablan abiertamente porque tienen miedo, ¿cómo no?, aún no olvidan la persecución de estado del año pasado cuando existía una larga lista de alcaldes y ex munícipes investigados por anomalías, había órdenes de aprehensión listas para cumplimentarse, la propia jefa declaró que iban tras los “corruptos”, y de inmediato recompusieron el camino, perdieron donde debían perder y ganaron aplastantemente todos los distritos, esa operación es atribuida al ahijado.

Ahora, cuando les restan poquito más de dos años para entregar el poder, deben imponer a jueces y magistrados que les cuiden la espalda, al tiempo de cumplir con la presidenta Sheinbaum que apuesta a romper los pronósticos negativos de participación de una elección insípida, torcida y a capricho. En Tlaxcala, como en las pasadas, quieren imponer récord de participación con amenazas.   

SUGERENCIA

Paralelamente a la judicial, se corre la lucha por la gubernatura de Tlaxcala y luego de que la presidenta Sheinbaum ordenara frenar las ansias sucesorias en todo el país de cara a la elección 2027, la gran mayoría entró en un simulador standby, ya no son tan descarados, pero por debajo siguen construyendo su red y será precisamente la del 1 de junio su primera prueba de fuego. 

Por cierto, como ya nadie puede parar las carreras adelantadas, así fue como ocurrió en la competencia por la Presidencia de la República, el próximo 4 de mayo el Consejo Nacional del partidazo oficial sesionará en busca de frenar el nepotismo en sus filas (veremos si lo logran) y establecerán reglas “claras y piso parejo” de cara a las elecciones del 2027. Si piensan que será distinto al 2024, ¡vaya ilusos!