Por Mauricio Hernández Olaiz

Con diferencia de solo unos días, la burbuja en donde vive la mandamás sufrió dos ponchaduras. No fueron tan graves como para que su maje… tuviera que abandonarla y pasar, aunque sea unos instantes, respirando realidad, pero si fueron lo suficientemente dolorosas como para borrarle la sonrisa falaz que siempre muestra y sacar un poco el gallito que lleva dentro.

Durante la inauguración de la “casa Del Abuelo” y en una entrega de obra en el municipio de Xicohtzinco, la población abucheó, interrumpió y le exigió resultados a la jefa, quien no acostumbrada al reclamo en sus festivos eventos, evidenció su falta de experiencia y nula estatura política para responder a los quejosos.

La ciudadanía está perdiendo la paciencia. Ya las encuestas reflejaban la caída estrepitosa de la mandamás en la credibilidad de sus gobernados, pese a ello, no le movió una coma, ni a su trabajo, ni a su discurso, siguió haciendo lo mismo esperando resultados diferentes….

Las quejas de la gente fueron claras ante una gobernadora molesta, pero a la vez, sorprendida, no sé si por el reclamo, al cual no está acostumbrada ante el blindaje de sus pirotécnicos eventos, o por los reclamos en sí, ¿Acaso ella en verdad cree que su gobierno es eficiente, eficaz y comprometido?

 El desabasto de medicamentos, la creciente de inseguridad y la ausencia de respuestas reales, fueron algunos de los reclamos de la población, a los que la jefa solo pidió que la respetaran y no la interrumpieran y que le pasaran sus datos a alguien de su equipo para revisar su asunto…….¡amooonos! pedazo de..de…mandataria.

Insisto, nula estatura política. Obviamente al terminar dichos eventos tomó las de Villadiego….

El pueblo bueno por fin está empezando a hablar, el pueblo bueno se está quejando, desafortunadamente, no hay quien escuche, pues la mandamás no escucha…no escucha la crítica constructiva de opositores, de la prensa, no escucha la crítica destructiva, que siempre tiene algo de rescatable, no escucha, no escucha, no observa, pues su burbuja es polarizada.

Y es que en lo que le queda de mandato, el gobierno tiene que escuchar a la gente que piensa distinto a ellos, casi todos caen en la soberbia del poder, que no los deja escuchar. A los gobernantes les gusta que los adulen, pero tendrían que tener asesores firmes que no solo le hablen al oído para contarles mentiras o llenarlos de halagos, un asesor debe hacer ver lo que no se quiere ver, precisamente por esa enorme soberbia.

Encerrada en su burbuja, la jefa mantendrá el timón rumbo a lo que es ya el peor gobierno en toda la historia, y lo es porque ha sido incapaz de resolver la crisis de seguridad, de salud, de empleo y un largo etcétera.

Le quedan poco más de dos años, pero dudo que los incidentes que le llevaron a sufrir dos ponchaduras a su burbuja la hagan recapacitar, lo que es más probable es que el reclamo social se siga intensificando y con ello la gobernabilidad del estado entre en jaque.

Ya tuvo su crisis de los primeros años, espero entienda que esa, ni cerca, se comparará con lo que se avecina sino aprende a escuchar y empieza a actuar.

Pues no sería raro que la ahora ponchadura acabe en reventón.

@olaizmau

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