3 de abril - 2025

Por Edgardo Cabrera
Muy mala noticia para Tlaxcala. Por tercer mes consecutivo se incrementó el número de homicidios dolosos en comparación con el año pasado y, con todo que regatean las cifras oficiales al ocultar información y convertir casos cuestionados en supuestos suicidios o delitos culposos, tanto en las cifras maquilladas, como las documentadas periodísticamente, hay una tendencia al alza.
Con números y hechos registrados en la prensa estatal y nacional, durante enero del año pasado se contabilizaron 6 delitos contra la vida, este año la cifra fueron 14. En febrero del año 2024 sumaron 12, en esta anualidad 15. Y en marzo del año pasado fueron 6, contra 16 de ahora.
En la comparación del primer trimestre de un año y otro, en 2024 se contabilizaron en total 24 homicidios dolosos; ahora cuando presumen que históricamente se tiene el menor número de denuncias presentadas, la cifra roja es de 45, casi el doble, y abril empezó con un linchamiento.
Apenas la semana pasada llamó la atención que la gobernadora Cuéllar culpara de nuevo a los medios de informar de asuntos relacionados con la delincuencia, acusó incluso “notas falsas”, de “hechos que no pasan aquí”, pero los datos ahí están y documentados, no son ocurrencias o falsedades, como lo que sí hizo ayer cuando al ser entrevistada respecto al linchamiento de un sujeto en Natívitas dijo que no era una persona de Tlaxcala, sin embargo, la identificación recuperada dio cuenta que Rodrigo -N-,tenía su domicilio en Panotla.
¿FUNCIONANDO?
En eso de los desatinados comentarios, el secretario de Seguridad Ciudadana, Alberto Perea Marrufo dijo, en una entrevista colectiva, que la estrategia “está funcionando”, ¡no pues sí!, se nota… y agregó, que sí se consuman los linchamientos es porque la ciudadanía “se mueve rápido”, ¡vaya cosa!, para la próxima deben actuar lentamente para que puedan aplicar sus “protocolos”.
Este funcionario estatal que, por cierto, ahora sí se puso el uniforme, forma parte de la legión extranjera que llegó a Tlaxcala por chamba, carece de compromiso con el estado y su población, total, se irá en breve como tantos otros que tristemente han desfilado vendiéndole espejitos a su patrona dorándole la idea que estamos en el paraíso, las blindadas son un mero lujo.
Perea Marrufo y su compañía no tienen la intención de renunciar aunque a su cuenta se le siguen acumulando los muertos por linchamientos y por sus deficientes operativos, tanto de seguridad como de vialidad, y lo que es peor, ahora resulta que nos hace un favor al “respetar la libertad de expresión de los comunicadores”.
Lo del martes fue un rotundo fracaso al protocolo anti linchamiento, y acusar, por si fuera poco, la falta de denuncias para combatir los delitos de forma oportuna es, una vez más, su confusión, él no es fiscal, ayer mismo tras la violencia desatada en Natívitas sacó conclusiones anticipadas por medio de un comunicado de prensa, dijeron que mataron a la persona porque privó de la libertad a una menor. Perito, fiscal, juez y vocero, así de plano.
A colación, de esa misma entrevista dijo que en 2024 hubo 11 linchamientos y 17 intentos, contra 19 linchamientos de 2023, ocho menos, de ahí que presumió el éxito del protocolo. Exitoso sería que la cifra fuera de cero.