Prensa en riesgo: SSC promete garantías, pero persisten obstáculos al ejercicio periodístico
2 de abril - 2025

Capacitaciones insuficientes y agresiones constantes generan desconfianza entre comunicadores en Tlaxcala

Por Stephany Rodríguez

La relación entre la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de Tlaxcala y la prensa continúa siendo un tema problemático, a pesar de las promesas de respeto y capacitación anunciadas por su titular, Alberto Martín Perea Marrufo. Durante una entrevista colectiva, el funcionario aseguró que se están realizando esfuerzos para garantizar la libertad de expresión, incluyendo capacitaciones con la organización Artículo 19.

Sin embargo, lo dicho por Perea Marrufo contrasta con la realidad que enfrentan diariamente periodistas en Tlaxcala, quienes al acudir a hechos de alto impacto frecuentemente encuentran restricciones impuestas por elementos de seguridad que les impiden realizar su trabajo. Los testimonios de comunicadores que aseguran ser alejados de las escenas o incluso amenazados por agentes policiales ponen en duda la efectividad de esas capacitaciones.

Aunque el titular de la SSC afirmó que se están “concientizando” a los elementos de seguridad para respetar la labor periodística, su discurso no ofrece medidas concretas para garantizar que los periodistas puedan realizar su trabajo sin obstáculos. Tampoco se mencionaron protocolos específicos que se sigan al detectar agresiones o intimidaciones en contra de comunicadores, más allá de la invitación a que quienes se sientan vulnerados acudan personalmente a presentar sus quejas ante él.

La falta de protocolos claros y efectivos para proteger la libertad de prensa no solo afecta a los periodistas, sino que también compromete el derecho de la sociedad a estar informada. Mientras las agresiones y amenazas sigan ocurriendo sin consecuencias para quienes las cometen, la credibilidad de la SSC y sus promesas de respeto a la labor periodística continuarán en entredicho.

La prensa en Tlaxcala sigue en riesgo, y el llamado a presentar denuncias individuales no basta para garantizar un ejercicio periodístico libre y seguro.