Por Edgardo Cabrera

Pésima decisión la tomada en Tlaxco al entregar el mando policíaco municipal a Marrufo y su Secretaría de Seguridad Ciudadana que si algo han mostrado es la incapacidad para prevenir los delitos y atender las llamadas de emergencia como las de este martes en San Miguel Xochitecatitla, municipio de Natívitas.

El lunes luego de sostener una sesión extraordinaria del Consejo Estatal de Seguridad, donde participaron algunos alcaldes, se decidió el mando único en Tlaxco, el segundo del estado, recordemos que Zacatelco se encuentra igual desde abril del año pasado, en los tiempos del presidente Hildeberto Pérez, alías “El Cachorro”, tras el linchamiento de dos policías estatales.  

Basta preguntar a los de Zacatelco si están más seguros ahora, no solo eso, la FGJE lo clasificó como el cuarto más inseguro del estado. Los atracos están a la orden del día, la vialidad es un desastre, no olvidemos aquel fatal accidente de autos que jugaban “carreritas” contra una unidad de transporte que cobró la vida de dos personas, además de seguir impune ese hecho que involucró a políticos del vecino municipio de Huactzinco. La anarquía.   

Para muestra, más hechos, no palabras, ni discursos. A un año de que asumiera la policía estatal el control de la seguridad en ese municipio del sur del estado la situación ha empeorado, recordemos que el pasado 21 de marzo un comando armado asaltó a uniformados estatales que resguardaban el predio donde fueron linchados dos policías. Es la fecha que nada se sabe de los delincuentes, ni de las armas de cargo y un radio de comunicación Matra.

DESALINEADOS

A colación de la entrega del mando de la policía municipal de Tlaxco a Marrufo, una imagen dice más que mil palabras, en la ceremonia protocolaria se presentaron desalineados los nuevos jefes, empezando por el propio secretario de seguridad sin uniforme y con traje mal planchado, que pone en duda su paso por la Armada de México, donde la pulcritud es parte de la disciplina. 

Lo mismo se pudo ver con el resto de los mandos estatales que contrastaron con la tropa que ahora esta bajo su dirección. No cabe duda: LA IGLESIA EN MANOS DE LUTERO.

Y EL PROTOCOLO

Hablando de las fallas y la impunidad con la que opera Marrufo, protegido, por cierto para no comparecer en el Congreso, este martes se registró el linchamiento de una persona señalada por presuntamente participar en el rapto de una menor de 10 años de edad, donde quedó, una vez más, exhibida la incompetencia del secretario que intenta dar lecciones a los municipios.

Todo comenzó a la hora del ingreso a clases donde una niña fue levantada por dos sujetos en motocicleta en San Miguel Xochitecatitla, municipio de Natívitas, en cuestión de minutos el tema se volvió viral, las fotos de la menor circularon en redes y se reportó el aseguramiento de un probable responsable que, también en cuestión de minutos, fue arrebatado por la muchedumbre, linchado y quemado, más tarde se recuperó a la niña y el gobierno estatal presumió sus protocolos, ¿cuáles?    

No olvidemos, hay un protocolo contra linchamientos concebido desde el triste paso de Celaya Gamboa al frente de la policía estatal que no aplicaron, si lo hubieran hecho el sujeto estaría vivo; el otro protocolo, de “seguridad y acceso a la justicia”, otro fracaso, ahí está la víctima y su familia.